Era madre de dos hijos y ciclista aficionada.
Carmen Greenway era Directora de Operaciones de una empresa de equipos audiovisuales en Londres, madre de dos niños y una ciclista aficionada. Su Twitter la delata como una persona sociable, deportista, preocupada del medio ambiente y de su salud, que a los 41 años era increíble. Cuesta creer que por un descuido casual, una vida tan llena llegó tan bruscamente a su fin.
Su marido, Rufus Greenway, dijo que si había bebido a los más habría sido un trago— era el cumpleaños de su madre y él se encontraba en Moscú.
Carmen era una ciclista experimentada y le gustaba sacarse selfies, pero el accidente no ocurrió mientras tomaba la foto, sino a meros 100 metros de su casa.
¿Entonces qué pasó?
Tristemente simple: Su bicicleta chocó con un bache y ella no llevaba puesto el casco.
“Fue un terrible descuido, quizá por exceso de confianza [no usó casco]. Es un desafortunado accidente. Si hubiese usado un casco aún estaría viva (..) pero la mayor perdida es la de mis hijos, perdieron a su madre de 41 años. He perdido al amor de mi vida. No había peleas, ni discusiones, pensé que me quedaban 60 años con ella”.
-Rufus Greenway-
Greenway ha hecho estas declaraciones públicamente porque quiere que exista una legislación que obligue a los ciclistas a llevar casco, como ocurre en la tierra original de su fallecida esposa, Nueva Zelanda.
La madre de la señora Greenway iba tras ella cuando su hija cayó:
“Es una persona especial. Era una persona especial para mí porque era mi única hija. Tiene esta cosa especial, es como si exudara amor y felicidad. Tenía esta personalidad gigante, infecciosa. La gente quería estar con ella, gravitaba hacia ella. Todos eran sus amigos”.