Lo probaron: podemos vivir con muy poco.
Liam Culbertson y Rachel Newby utilizaron materiales reciclados para construir una casa bastante inusual. Con sus propias manos y 320 dólares (aproximadamente), hicieron una adorable casa miniatura (en serio miniatura). Con este proyecto, comprobaron que con un poco de esfuerzo y algunos materiales, las personas del común son capaces de solucionar problemas habitacionales básicos.
La casa mide 2.5 metros x 2,5 metros (6 metros cuadrados).
Y si bien para muchos no es una mansión, tiene justo lo indispensable.
Como espacio para los libros, ropa y cama.
Y tiernos detalles, como una manija de madera.
Culbertson y Newby hacen parte de una comunidad que comparte espacios comunes como baños y cocina, así que no necesitan mucho más para sonreír y vivir una vida plena y tranquila.
Y lo mejor es que ninguno de los dos había construido algo así antes.
Ambos están convencidos de que su idea se puede compartir para inspirar a muchos que buscan llevar una vida como esta. Libre de excesos, libre de objetos innecesarios.