Una lámpara PER-FECTA.
¿A quién no le obsesiona la luna? Queremos verla todos los días, a todas horas; contemplarla sin parar e incluso tocarla. Pero aunque suena imposible (al menos para los mortales no astronautas), hay una forma de tenerla cerca todos los días dentro de tu hogar. Sólo necesitarás unos cuantos materiales, un poco de tiempo y la verás brillar cuando quieras. Así se hace:
Lo que necesitas:
- Un globo (y si quieres una lámpara más grande, puede ser una pelota de goma).
- Cola o adhesivo vinílico (engrudo o pegamento blanco).
- Papel de cocina.
- Un vaso plástico y un marcador (rotulador).
- Un portalámparas (colgante o lámpara de pie).
- Pincel.
- Una esponja redonda con textura rugosa.
- Pintura acrílica color ocre y blanco marfil.
- Vaso.
- Pinzas.
1. Infla el globo y marca un círculo alrededor del nudo con el marcador (puedes utilizar un vaso como guía).
2. Utilizando el pincel, cubre el globo con papel de cocina y cola (diluida en agua).
Puedes usar toda la cola que necesites. Pega muy bien el papel con el pincel e intenta eliminar cualquier marca o rugosidad. Tres capas serán suficientes. NO CUBRAS el área que marcaste en el primer paso. También puedes sumergir el globo y luego pegar el papel.
4. Espera a que seque y después píntalo de blanco marfil.
También puedes utilizar otro tono de blanco y mezclarlo con un poco de ocre e incluso con gris. Con la esponja (de agujeros grandes), podrás imitar la superficie de la luna. Busca fotos para inspirarte.
7. Cuando tu luna esté seca, pincha el globo y sácalo con unas pinzas.
Por medio del hoyo que hiciste en el paso #1, introduce el portalámparas. Luego pon la bombilla.
8. ¡Y tendrás tu luna!
Luna llena todas las noches.