Quería algo íntimo y auténtico.
Liisa Luts, fotógrafa de 28 años, decidió hacer en la celebración de su matrimonio algo bastante inusual: ser la fotógrafa oficial de su propia boda. “Cuando decidimos casarnos, sabíamos que no queríamos el estrés de todos los temas relacionados con la boda”.
Liisa Luts
“Solo queríamos que fuera legal y celebrar un poco. Es por eso que tratamos de evitar el proceso de planificación en general, y solo fuimos con el ritmo de la corriente. Una parte válida de ese concepto fue mi decisión de fotografiar mi propia boda “.
Liisa Luts
En lugar de fotos tradicionales que documentaran los acontecimientos, Liisa decidió capturar el evento desde su perspectiva. Una muy personal. Registró entonces, todo lo que sucedió desde que abrió los ojos ese día, hasta que se fue a dormir esa misma noche.
Liisa Luts
La fotógrafa y su esposo (dueños de una pequeña compañía que ofrece video y fotografía en Estonia) querían algo diferente, íntimo, auténtico, de ellos, y no el típico glamour post procesado. “¿Y qué podría ser más real que yo tomando las fotos del proceso de mi día?”, dice Liisa. Sin duda alguna lo logró y el resultado, aunque es fuera de lo establecido, es sencillamente espectacular.
Liisa Luts
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Liisa Luts
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Liisa Luts
Liisa Luts
Liisa Luts
Liisa Luts
Liisa Luts
No creo que exista algo más íntimo y real que esto. Es una prueba de que ir en contra de la corriente, también funciona.