Su creatividad es sorprendente.
¿Cuantas veces hemos visto las dificultades que tienen las familias para construir su primera casa? Los materiales son caros y nos vemos obligados a contraer deudas, haciendo difícil acceder a la casa propia. En segundo lugar, los modelos de casa que ofrece el mercado, generalmente, son bastante poco estéticos; si queremos tener una linda casa habría que contratar a un buen arquitecto que nos diseñara un modelo original… ¡y eso si que es dinero! ¿Qué hacer entonces?
Esta chica encontró una razonable solución que, además, tuvo un resultado muy estético y barato (Considerando el tipo de casa y el lugar donde la hizo). Sumando la excavación, la mano de obra y los materiales…
Compró unos contenedores y los convirtió en una asombrosa casa, un espacio único en su tipo. Claudie Dubreuil vive en Mirabel, una ciudad de la provincia de Quebec en Canadá. Ella se dedica a la construcción de casas y condominios de madera, lo que le proporciona un ingreso estable. Sin embargo, al momento de iniciar su propio proyecto decidió dan rienda suelta a su impulso creativo y utilizar materiales reciclados como los contenedores de metal.
Se dirigió entonces a un puerto cercano y compró los contenedores a 2.600-3.000 dólares cada uno. Pero ahora tenía que encontrar a quien se ocupara de cortarlos para ajustarlos a su diseño y hacer, por ejemplo, las ventanas y las puertas. No fue tarea fácil, pero acabó encontrando una empresa llamada NCK que se entusiasmó con el proyecto y la ayudó. El trabajo les tomó dos semanas.
Dubreuil decidió vestir el exterior de a vivienda con madera de abeto canadiense, dándole un toque absolutamente acogedor al edificio. El metal de los contenedores estaría oculto tras la linda madera. Cada contenedor tiene una medida de 2,4 por 12,1 metros; unió dos de ellos para crear el primer piso en forma de cruz. Colocó vigas en el suelo del primer y segundo piso para dar más apoyo a la estructura y las puertas de los contenedores se convirtieron en grandes ventanales.
El exterior ya estaba listo, pero ahora Dubreuil debía ocuparse del diseño del interior de su casa. ¿Cómo lo imaginaba? Ella estaba segura que le gustaría que el material original de los contenedores quedara expuesto, así se revelaría el misterio de su vivienda para quien entrara en ella. ¿Dónde colocaría entonces el aislamiento para que la casa no perdiera calor durante el invierno? Se decidió entonces a colocarlo bajo la madera del revestimiento exterior, lo que fue bastante eficiente ya que permitió que el espacio interior fuera amplio. Finalmente y para dar el toque final, esta chica decidió pintar el metal interior, rojo y oxidado, de blanco.
Un conjunto de contenedores viejos y oxidados se convirtieron entonces en una vivienda confortable y muy acogedora, con un toque de estilo industrial que la hace muy atractiva. Para el inmoviliario, Dubreuil decidió comprar muebles que sumaran a este look: mesas de metal y cajas de municiones.
Mira el increíble resultado de su creativo proyecto:
Compró los contenedores en el puerto
Y los unió
No fue tarea fácil
Pero tuvo asombrosos resultados
Conservó el material original en el interior
El ladrillo y la madera le dan un look acogedor al interior
Sin perder el toque industrial
La cocina está ultra equipada
Y tiene también un toque rústico
Adoro la madera
La casa se ve muy cómoda
Es una chica a la que le gusta la decoración
Esa tina se ve atractiva
Me encanta el baño forrado en madera
Un cómodo escritorio para trabajar
La mezcla de lo industrial y lo cálido es perfecta
Es un buen lugar para vivir
Felicitamos a Claudie por su proyecto
Estoy a punto de ir al puerto a comprar mis contenedores, ¡quiero una casa igualita!
Eso si tuviera el dinero. La casa completa tuvo un costo de entre 330.000-377.000 dólares, lo que es relativamente barato. Para mi personalmente sigue siendo una fortuna.