Cada una es literalmente única.
Una diseñadora japonesa llamada Haruka Misawa creó un proyecto delicado, realista y sutilmente colorido. Son unas flores formadas a partir de lápices diseñados por Misawa exclusivamente para hacer esto. Dichos lápices están hechos de papel de impresión y tienen especiales toques de color. Éstos se convierten en perfectas flores al utilizar un sacapuntas común y corriente.
Cada una de sus flores son únicas. Literalmente únicas.
Pues la técnica que escogió para hacerlas no permite replicar el mismo diseño dos veces.
Son pequeñas (15 a 14 mm de diámetro).
Pero están llenas de detalles que se van revelando a medida que el sacapuntas corta.
La viruta de cada lápiz puede ser gruesa o delgada según cómo se utilice el sacapuntas.
Y por eso mismo, el resultado será siempre inesperado.
Es sin duda, una técnica innovadora.
Quiero muuchas de estas.