Sí, estamos llorando.
El pasado 21 de octubre la actriz Carrie Fisher, mejor conocida por interpretar a la magnífica princesa Leia en Star Wars, habría cumplido 61 años. Para homenajearla, su hija Billie Lourd subió dos fotos que si no te hacen llorar o al menos sentir algo de pena, es porque no tienes corazón.
La primera, fue una foto de ella cuando pequeña junto a su mamá.
Y la segunda una foto de su nuevo tatuaje. Doctor Woo, el tatuador, también subió esta foto donde explicó que el diseño era en honor a Carrie.
Sí, eso es una galaxia. Y como si eso no fuese suficiente, Gary Fisher, el perro de Carrie, también compartió una foto junto a su mamá. Gary la acompañó durante su recuperación mientras luchaba contra su trastorno bipolar y era el mejor amigo de la actriz, como lo demostró en varias entrevistas a las que la acompañaba.
Al menos Billie continúa con el legado de su madre.