Se superó a sí misma como nunca.
Hace unos días que supimos de una foto que dio vuelta el mundo. La protagonista: Melania. La situación: Donald Trump hablándole al oído a su esposa y ella, apenas se da vuelta para mirar al frente, cambia su cara tanto que fue la sensación de internet durante semanas. Nadie pudo evitar pensar que a la pobre la tenían encarcelada en un rol que no quería, y que finalmente se está justificando por las cortas y pocas apariciones que ha tenido desde que Trump asumió el mando de la Casa Blanca.
Una de las escasas apariciones fue para la cena que celebró Trump en motivo del Super Bowl, una fecha realmente muy importante para los norteamericanos y de la que todos participan. Por lo tanto, Melania no podía ser menos ¿no?
Sin embargo, su rostro fue nuevamente el protagonista de toda la situación. Porque cuando tomaron fotografías de la cena, se dieron cuenta que la esposa de Donald parecía muerta, o mejor dicho, muerta por dentro. Como si la hubieran apuñalado, estuviera en la fiesta más aburrida del mundo o pidiera a gritos (internos) un rescate antes de que fuera demasiado tarde.
Sus ojos lloran sangre…
Y claro que no soy la única que piensa así…
“Melania sabe”
“Hola oscuridad, mi vieja amiga”
“Melania es la cara de América estos días”