Le tomó el mango del paraguas y aún así no se lo dio.
Desde el polémico incidente entre Letizia y Sofía con sus nietas, ha quedado claro que en la realeza española hay bastante problemas familiares. Precisamente quien ha dejado esto al descubierto es la esposa del rey Felipe que, cada vez que puede, se porta de manera inadecuada o abrupta.
Esta vez lo hizo en los Premios Princesa de Girona, en donde los reyes nuevamente protagonizaron un altercado a la vista de todos.

Ese día había lluvia, por lo que bajarse del auto requirió un poco más de aparataje. Pero nada que un plebeyo paraguas no pueda solucionar.
Primero se bajó el rey y él, pacientemente y bajo la lluvia, esperó que su esposa hiciera lo mismo. Mientras él recibía las gotas en su cabeza, Letizia iba preparada con su propia sombrilla.
Una vez que se encuentran fuera del auto para realizar un saludo protocolar, el rey hace el gesto para él tomar el paraguas (incluso agarra el mango) como un caballero lo haría con su esposa y así ella estuviera menos incómoda y con las manos libres.
Y para él no seguir mojándose.
Pero Letizia no le hace caso. No se lo pasa, por más evidente que fue el gesto. Hasta le corre la mano para que él no lo tome.
Al rey no le quedó otra que superar esta incomodidad pasando a saludar a las personas que se encontraban bajo techo, mientras ella sigue sus pasos y después le pasa el paraguas a uno de los guardias.
En todo ese momento, no hay ningún contacto visual entre la pareja. La tensión se podía sentir a kilómetros.

Es posible que Letizia haya querido demostrar que ella podía sola cuidarse de la lluvia. Pero, ¿realmente ese fue el mensaje? El lenguaje corporal delata fervientemente que la discrepancias entre ellos continúa.