La calculadora siempre será tu mejor aliada, y tu gran ayuda.
Si jamás pudiste entender tantos números y letras juntas al mismo tiempo, entonces debes aceptar que nunca fuiste bueno en matemáticas y que sólo te hacían sufrir. Hallar la “x”, resolver las fracciones y raíces cuadradas, y todos esos complicados problemas que podrían parecerte absurdos, pero que tenías que resolver, a veces te causaron más de un dolor de cabeza. Y, peor, cuando en un examen tenías mal el resultado simplemente porque te equivocaste en un signo. Odiaste las matemáticas toda tu vida precisamente porque nunca pudiste entenderlas del todo.