Detrás de cada disfraz, hay un mensaje alentador.
Sergio Gallegos Castorena, vivía en Guadalajara, México, y a los 17 años le diagnosticaron cáncer. Era un tumor en etapa tres, que le hizo creer a los médicos que lo atendieron que su esperanza de vida era prácticamente ninguna. Sus padres no esperaron y se fueron a Estados Unidos. Ahí, les dijeron que era un cáncer casi un 100% operable. Y así fue. 8 meses de tratamientos lograron que combatiera el cáncer. Después, cuando regresó a su país de origen, decidió estudiar medicina “y convertirse en un médico de excelencia especializado en cáncer infantil para que otros niños no tuviera que irse a tratar a otro país”.
Esta es su inspiradora historia.
A los 19 años, Sergio ya cursaba el primer semestre de Medicina y dedicaba lo que tenía de tiempo en libre en entretener a niños disfrazado de payaso.
Ya en el 2007, ya era un médico de 42 años que comenzó a trabajar en el Hospital Civil de Guadalajara como encargado del área de leucemia y empezó a disfrazarse.
“Prácticamente el 80% de los días que doy consulta, vengo disfrazado, así sea de Santa Claus, los Reyes magos, el Chapulín Colorado, Capitán América, Batman, Spiderman, Iron Man, entre muchos otros”.
Sergio cuenta que con cada disfraz trata de enviar un mensaje. Por ejemplo un mes fue como El santo, El enmascarado de plata y el tema es que “somos luchadores”.
Otro mes fue como Capitán América, y el mensaje era “no pidas retos a la altura de tus esfuerzos, sino fuerzas a la altura de tus retos”.