A sus 21 años y justo después de que su madre Kamala Harris asumió el cargo, firmó con la agencia IMG Models.
Cuando alguien es importante en el hogar, es seguro que el resto también lo será al estar codeado de ese entorno. Un ejemplo de esto es la primer vicepresidenta mujer en la historia de Estados Unidos, Kamala Harris quien asumió el cargo con Joe Biden como presidente.
Pues ahora su hijastra Ella Emhoff de 21 años también entró al mundo de la fama y las fotografías, aunque no por la política.
La joven hija de Doug Emhoff firmó con IMG Models, noticia que se dio a conocer por Amanda Gorman, otra joven que también firmó con esta agencia. Es así como se unen a las pasrelas de Gigi Hadid, Karlie Kloss y otras modelos top de la industria.
Uno de los principales en explicar estas nuevas adquisiciones fue Ivan Bart, presidente de IMG Models quien le dijo al New York Times que “ya no se trata de forma, tamaño o género”.
Esto nos deja claro que rompe todos los patrones y no es a lo que estamos acostumbrados, no decimos que está mal pero sin duda romperá paradigmas.
Para la agencia esta joven fue contratada por su forma descarada de ser y por la alegría que exuda según Ivan Bart. Y es que durante la juramentación de su madrastra, quedó encantado con su estilo y según él comunicaba moda.
La ahora modelo estudia en la Parsons School of Design en New York, donde se prepara en bellas artes con enfoque en textiles. Es así como logra ser tan distinta, pues no solo luce moda sino que en sí misma es el significado de la moda.
“Como alguien que, como muchas chicas jóvenes, tenía problemas de autoconfianza, es intimidante y aterrador ir a este mundo que está hiperconcentrado en ti y en el cuerpo”
–Ella Emhof dijo al New York Times–
Pero no es negativo porque prometió ser parte del cambio, de mostrar al mundo que no hay que seguir patrones para alcanzar la belleza. Ella siendo distinta y teniendo tatuajes en su cuerpo caminará por esas pasarelas para mostrarle al mundo que todas pueden llegar a ser modelos si lo sueñan.
Claramente ser la hija de la vicepresidenta de Estados Unidos le da unas claras ventajas, sobre todo cuando su discurso político radica en la inclusión. Pero es el comienzo de algo, de dejar entrar lo distinto a un mundo que se centra en la “belleza femenina” bajo patrones.