No sabría si abrazarlo o correr.
Jimbo es un oso Kodiak que llegó al Orphaned Wildlife Center de Nueva York, en Estados Unidos, cuando apenas era un bebé. Había quedado huérfano, y teniendo en consideración que esta especie es muy dependiente, no quedó otra opción que llevarlo hasta el lugar o dejarlo morir de hambre o en las garras de otro depredador.
“No hay dolor más grande para un oso bebé que perder a su madre. Es un gran privilegio para nosotros el ofrecer seguridad a cachorros huérfanos. Criarlos y la oportunidad de devolverlos a la naturaleza”.
– dijo la organización. –
Desde eso ya han pasado 20 años, y Jimbo, que nunca tuvo las habilidades para arreglárselas por sí mismo, convirtió al centro en su hogar permanente. Hoy mide unos 3 metros de altura y pesa nada más y nada menos que 680 kilos.
El animal ha estado a cargo de Jim Kowalczik desde que llegó. Y bueno, la relación que han creado es simplemente maravillosa.
En el video a continuación podrás ver todo lo que Jimbo quiere a este hombre, que en definitiva, es su papá:
httpv://youtu.be/VLaixTG2sSc
De más está decir que el lugar es atendido por rehabilitadores de vida silvestre con licencia y que se encarga de un gran número de animales que han perdido a sus padres cuando eran bebés.
¿Qué te pareció el abrazo que Jimbo le dio a su cuidador? ¿Te gustaría recibir uno igual?