“Es un atentado contra la diversidad marina”, comentó la bióloga Sandra Bessudo.
Todos los animales merecen vivir tranquilos en su hábitat natural. Sin peligros ni complicaciones, estos seres deben estar tranquilos en sus hogares. Pero el hombre sólo busca una cosa: lucrar con ellos. Esta es una pésima noticia para Latinoamérica.
El Gobierno de Colombia autorizó la caza de tiburones y la comercialización de sus aletas. El Ministerio de Agricultura firmó la resolución 350 de 2019, la cual establece las cuotas globales de pesca de diferentes especies para el 2020. Está permitida la captura de cerca de 500 toneladas de este animal. Permite el uso de las extremidades de varias especies para un uso diferente.
Con base en la “información técnica presentada por la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, la Secretaría de Agricultura de San Andrés y el Invenmar”, el documento específica que se llevó a cabo la reunión pertinente el 28 de agosto de este año.
Según Blue Radio, la resolución autoriza la pesca en el Caribe de 125 toneladas de cuatro tipos de tiburones. Además, admite 5.2 toneladas para el uso de aletas de la especie Carcharhinus Falciformis, más conocidos como el “tiburón sedoso”. En el océano Pacífico se permiten 350 toneladas de estos peces acuáticos, de las cuales, casi 10 pertenecen a Alopias Pelagicus, Alopias Supercilliosus y Sphyrna Corona.