Estaba herida y angustiada, así que se arriesgó.
Nathaniel Denton y su colega estaban reparando un barco en Digby, Nueva Escocia. De repente vieron que algo extraño se movía. Creyeron que era un delfín que se estaba acercando a la orilla, pero en una segunda mirada, notaron que era una joven ballena jorobada que se encontraba en problemas y estaba pidiendo ayuda.
Ella fue lo suficientemente inteligente como para acercarse a las personas indicadas.
¿Qué le pasaba? Estaba atrapada en una red de pescar.
La red cubría todo su rostro y había cortado su piel.
Así que sin dudarlo, ellos decidieron actuar. Como la ballena se acercó mucho, para ellos no fue tan complicado ayudarla.
“Bajamos y nos metimos al agua con ella. Sólo nos tuvimos que meter hasta la cintura para cortar la red”.
En su dolor y angustia, nunca se movió.
Estuvo tranquila y permitió que ellos la ayudaran sin problema. Confió en ellos.
“Fue increíble ver lo tranquila que estuvo durante todo el proceso de liberación. Es como si supiera que la estaban ayudando. No se movió. Ella simplemente se quedó ahí y nos dejó hacer el trabajo”.
-Nathaniel Denton-
Sólo tardaron unos minutos en remover la red de su piel.
Después, la ballena se quedó un poco más con sus rescatistas y luego nadó hacia el océano. Ellos aseguraron que su herida no representaba un gran riesgo. Así que se despidieron de ella.
“Creo que ella estará bien. Se fue muy calmada y se veía fuerte”.
-Denton-
Seguro estará bien.