La veterinaria donde fueron se los impidió y lo dejaron en un refugio. Allí una familia con mucho amor para entregar lo adoptó.
Un perro es parte de la familia, un miembro más como un hijo/a o un hermano/a. Su muerte o pérdida es muy dolorosa para quienes le tienen real afecto a los animales. No es así para algunos, quienes consideran a un animal, sea un perro u otro, como un accesorio, una decoración que es fácilmente reemplazable.
Munchkin es un corgi de 10 años. Vive en Las Vegas, Estados Unidos, con su familia. O al menos eso pensaba él que eran. Para ellos 10 años ya era muy viejo, y como esta raza vive en promedio 12-15 años, los padres de Munchkin decidieron que ya era hora de dejarlo ir.
En vez de buscar otro hogar para poder adoptar un cachorro, la familia fue hasta la veterinaria a pedir que sacrificaran a Munchkin, reportó el medio KVVU.
Menos mal la veterinaria les aconsejó no hacer eso pues Munchkin tiene buena salud y no era justo hacer algo así. Los convenció de encontrarle una familia que pudiese comprometerse con él durante sus años dorados y dispuestos a cuidarlo como se debe cuidar a un perro mayor.
Munchkin fue llevado a un refugio, A home 4 Spot Animal Rescue, donde fue adoptado por Michelle Padilla, quien tiene a otro perro mayor llamado Bucky. “Tiene buena salud y se porta bien. Me pareció una locura lo que querían hacer. Desafortunadamente esto ocurre con más frecuencia de la que creemos. Munchkin tuvo suerte”, dijo Padilla.
Padilla dijo que Munchkin ahora está muy contento de todo el amor que está recibiendo y espera que su historia genere conciencia en la gente que toma estas horribles decisiones como también incitar a más personas a adoptar perros mayores.