Todos lo aceptan y adoran, porque lo importante es su felicidad. ❤️
El exterior muchas veces no importa, es solo una cáscara que en ocasiones ni siquiera representa lo que hay por dentro. Y esto aplica para muchos casos, desde grandes y feroces leones (que por dentro son tiernos felinos), hasta personas que nacen en cuerpos equivocados. Al parecer, Kiki tampoco se siente bien representado por su envoltura.
Es un gato con algunos problemas de personalidad, ya que está absolutamente convencido de ser un perro. Actúa y se siente como sus hermanos perrunos, que lo aceptan y adoran tal cual es. Acá, lo importante, es su felicidad. ❤️
A continuación te compartimos algunas imágenes de Kiki y su familia:
Su historia en esta bella familia japonesa comenzó hace algún tiempo, mucho después que sus hermanos.
“La razón por la que quería expandir nuestra familia con un gato en lugar de un perro era bastante simple: tuve un gato en el pasado. Pero cuando le dije a mi marido que quería un gatito, me enteré de que no le gustaban mucho los gatos. Seguí haciéndolo, pero él se negó cada vez. Después de un tiempo, sin embargo, pude encontrar un gato que ambos gustó.”
Comentó la madre humana de Kiki a Bored Panda.
Así fue entonces que dieron con este bello gatito americano, de pelo corto y orejas erguidas. Cuando llegó a casa estaba un poco intranquilo, por razones lógicas.
Pasaron los días y fue adaptándose a la perfección. Ahora se ha vuelto tan cercano a sus hermanos que incluso cree ser un perro.
¡Y ellos ni siquiera notan las diferencias!
Tuvieron una manera muy particular de darle la bienvenida.