El perrito estaba muy inquieto con las dolencias de Pedro, su dueño de 84 años, y esperaba ansioso que alguien lo atendiera en el hospital. Cuando lo dieron de alta, el peludo no pudo más de alegría y agradeció a los médicos con saltitos de felicidad.
La relación entre un ser humano y su mascota puede llegar a trascender todo tipo de conceptos, siendo una de las relaciones más puras y duraderas que se pueden llegar a conseguir.
Si no lo creen —aunque dudamos de que sea así—, los invito a revisar este bello caso proveniente de la ciudad de Caazapá (Paraguay), donde un perrito jamás se planteó abandonar a su dueño enfermo e internado en el hospital.
De acuerdo a lo expuesto por la página Santa Rita News Noticias en Facebook, el can habría estado desesperado esperando a que los médicos del Hospital Regional de Caazapá atendieran a su dueño, Pedro Gamarra, de 84 años de edad.
El doctor Hermes Cardozo se hizo cargo de la atención de Gamarra al iniciar su guardia en el recinto hospitalario, momento en que sería testigo de una de las muestras de amor más puras que haya visto. Mientras estaban llevando al anciano a la urgencia, su perrito se quedó atento y firme en el pasillo, haciendo presencia desde fuera. No se iba a mover por ningún motivo, estando muy nervioso y pendiente del procedimiento.
Pasó el rato, y afortunadamente el doctor Cardozo pudo estabilizar al paciente. Horas después lo dio de alta, ya que estaba recuperado, y al salir se encontró con su perrito eufórico, que lo esperaba ansiosamente. De acuerdo al relato, el peludo “comenzó a dar vueltas, saltar y correr” de alegría, agradeciendo que su humano estaba de nuevo en pie.