La piel de esta perrita estaba tan dañada que parecía de piedra.
En un viejo automóvil se encontraba descansando Alice, una perrita que ni siquiera tenía ganas de seguir con vida. La sarna ya se había apoderado de todo su cuerpo y como resultado, su piel estaba dura como una piedra. Sola, con hambre y triste, estaba lista para morir.
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El escenario no podía ser más triste hasta que los rescatistas de Animal Aid Unlimited en India, acudieron inmediatamente donde se encontraba para ver qué tan grave era la situación que estaba viviendo. Cuando lograron dar con su paradero, quedaron literalmente con la boca abierta por lo que estaban viendo.
“Ella se veía como un percebe (crustáceo), como una momia descubierta después de mil años”.
Su piel estaba tan deteriorada que incluso tenía una nube de moscas volando sobre ella.
Insistentemente le hacían señas y llamaban para que levantara su cabeza, pero por nada del mundo quiso moverse: quizás ya había perdido la esperanza. Intentaron de todo para que se acercara aunque nada parecía levantarle el ánimo, estaba muy cansada y demacrada.
Tuvieron la brillante idea de ofrecerle algo para comer y fue lo único que resultó. Así se acercaron para que fuera más fácil entrar al automóvil y llevarla de inmediato al centro de la organización: necesitaba cuidados y medicina urgentemente.
La pobre estaba tan asustada que si no hubiese sido por la manta que colocaron sobre ella para transportarla, se hubiese escapado.
Con el cuidado extremo y dedicado de sus rescatistas, esta perrita dejó de tener miedo y se dejó limpiar por ellos. Con una crema especial y un rico baño sus costras fueron cayéndose de a poco.
Los días pasaron y poco a poco se veía un impresionante cambio en su piel, incluso su pelaje estaba suave. Fue tan drástico que a las 6 semanas ya estaba irreconocible: su pelo dorado brillaba bajo el sol al igual que su nueva sonrisa.
Gracias a ellos puede estar tranquila y sin ese intenso dolor que ahora no será más que una pesadilla del pasado.