Esta familia de 11 polluelos y un par de aves solo querían cruzar la carretera. El problema era el inminente peligro al que se enfrentaban si lo hacían. Es por eso que estos uniformados le brindaron ayuda controlando el tráfico y poniéndonos a salvo.
Para los policías es parte de su normalidad que les soliciten realizar rondas en diversos lugares, uno de esos puede ser la carretera, un sitio donde sin dudar ocurren grandes acontecimientos, y de eso pueden dar fe estos profesionales de la seguridad. Probablemente, creían que el pasado 20 de enero, sería una mañana común en la carretera de Brasil “Nova Esperança”, pero unos pequeños seres se cruzaron en su camino y necesitaron de un gran operativo policial.
El gran operativo fue evitar una posible tragedia. Se dieron cuenta de que una familia de 11 polluelos y un par de aves estaban en riesgo de ser atropellados. Al notar la gravedad de la situación, pidieron a los autos que se dirigían por el lugar que redujeran la velocidad y comenzaron a actuar en ayuda de esta diminuta familia.
Con el fin de que estos pequeños animales conocidos como Irerê, pudieran cruzar la carretera de forma tranquila y sin peligro, los policías utilizaron un cono de tráfico para movilizarlos y los llevaron dentro. Una inteligente y heroica intervención. Estos diminutos seres son considerados como salvajes y capturarles está prohibido por la ley.
En el mundo, un millón de animales son víctimas de atropellos cada día. Un dato relevante y desgarrador, que tiene directa relación con lo que pudo acontecido si los policías no hubiesen estado presentes, y que le da un valor agregado a la forma en que estos humanos actuaron.
Una bonita historia entre tanta tristeza y sufrimiento en la que el mundo se enfrenta hoy en día. Además, nos devuelve la fe en las personas y en sus buenas intenciones con el reino animal.