Advertencia: son imágenes bastante fuertes.
Estados Unidos consume cerca de 120 kilogramos por año de carne. Australia lo sigue con 111, y Las Bahamas con 109. En Latinoamérica, Argentina es el consumidor número uno con 98 kilos de carne roja durante los 365 días. Estas cifras te parecerán solo eso, cifras, pero la verdad es que hay personas que intentan hacerte dar cuenta que no solo significan eso.
El fotógrafo Anja Grundboeck decidió marcar una diferencia e intentar que las personas comieran menos carne de la que actualmente consumen. La razón: los humanos y animales son seres vivos con los mismos derechos y condiciones, por lo tanto nuestro comportamiento con ellos sería más que cuestionable a nivel ético y moral.
Bajo el lema «Hacer a la gente ver», Grundboeck creó una serie de imágenes donde los seres humanos son torturados al mismo nivel que los animales.
Cada una demuestra por lo que pasan cuando queremos sacarles la carne y nos convertimos en «amantes» de ella.
Debo decir que son imágenes fuertísimas y no sé si aptas para todo el mundo…
Pero la verdad es que tampoco lo son las que muestran a los animales brutalmente asesinados por un pedazo de bife.
«Hace unas cuantas décadas atrás, la carne estaba en el plato, apenas una vez a la semana. Ahora se ha convertido en una costumbre. Su consumo ha crecido tanto que las maneras de obtenerla han tenido que cambiar»
-Dice Anja Grundboeck en su página web–
Y esos métodos son los que se han vuelto más torturadores hacia los animales y el objetivo de este trabajo, entonces, es detener eso.
¿Qué te parecen estas imágenes? ¿estás de acuerdo con Anja Grundboeck?
¿Qué opinas?