No paraba de llorar.
Astra, una adorable pitbull de tres años había conseguido un hogar. Por algunas complicaciones, dos meses después, su adoptante tuvo que devolverla a un centro de rescate en Nueva York (Red Hook Dog Rescue) y la experiencia fue absolutamente desgarradora. Para ella, para el adoptante y para una voluntaria del refugio que recogió a Astra para llevarla al refugio. Cuando Astra entendió lo que pasaba, observó a su familiar desde adentro del auto con una cara que le rompió el corazón a todos los presentes.
Astra tuvo que despedirse y su mundo entero se rompió en mil pedazos. No paraba de llorar cuando vio que su familiar se alejaba.
En camino hacia el refugio, ella creyó ver a su adoptante y se emocionó.
Después notó que no era y entendió que definitivamente la habían dejado.
Su cara era el reflejo del profundo dolor que estaba sintiendo.
Pero ¿por qué la dejaron?
Aunque Astra era increíble y se la llevaba bien con 9 de 10 perros que vivían en su edificio, de vez en cuando tuvo encuentros complicados con un perro que la hacía sentir incómoda en el ascensor del edificio. Para quien la adoptó no fue fácil manejar la situación (tampoco fue fácil dejarla), pero en el refugio entendieron, pues no todos los perros sirven en todas las familias.
Desafortunadamente, no es la primera vez que Astra vive algo así.
En nueve meses estuvo en tres hogares diferentes y en varias veterinarias. Estas son fotos de antes de que dejara uno de sus hogares:
Ya ha pasado un tiempo desde que dejó su último hogar, así que esperamos que ahora esté en las mejores manos.
Dicen que es cariñosa, adorable y se merece sólo cosas buenas.
Es cuestión de encontrar la mejor familia para ella. Porque tooodos pueden tener una familia. ¡TODOS!