El beso que finalmente le dieron debe haber sido el primero de su vida.
Leesa es la pitbull que protagonizó una dolorosa historia que -tranquilos, lo diré enseguida para no hacerlos sufrir- por suerte tuvo un final feliz. Era parte de la triste realidad de los perros abandonados y vivía dando vueltas por las calles de Los Ángeles. Pero en un momento, hasta dejó de moverse tanto: tenía una gran masa en su pecho.
No había nadie que la atendiera y la situación empeoró: la masa se rompió y comenzó a sangrar… asustada, se escondió debajo de un auto.
Por suerte alguien la vio y llamó en seguida a la organización Hope for Paws y ellos, más que en seguida, acudieron al lugar.
Fue una situación muy tensa porque Leesa estaba muy asustada… mientras más se acercaba Eldad Hagar -fundador de la institución-, más se alejaba ella.
Iba de abajo de un auto a abajo de otro.
Pero Eldad sabe hace tiempo que una muestra de amor es algo impresionante para estos animales y cuidadosamente, intentó acariciarla.
Y ella se relajó.
Lo que pasó luego impactó al hombre de sobremanera. La pitbull salió, estuvo un momento a su lado, y ya en confianza, se subió sobre él.
Finalmente dejó que la abrazara y la besara.
Y aunque Eldad está acostumbrado a rescatar animales, la conexión que logró con ella fue distinto a todo lo que había vivido.
“He hecho esto miles de veces, pero siempre es especial pasar por este proceso donde efectivamente desarrollas una relación y desarrollas la confianza en un periodo de tiempo tan corto. Fue tan dulce que se subiera encima mío, que se acercara para un abrazo, y que luego aceptara mi beso. Su reacción a eso fue más dulce aún. Casi reaccionó como un humano”.
-Eldad Hagar-
Luego de ese increíble momento, fueron a un hospital veterinario. Lo que le pasaba a Leesa era que tenía varios tumores mamarios, que fueron inmediatamente removidos. Hicieron lo mismo con otros dos en la cabeza y en la espalda que le descubrieron en ese minuto.
Las buenas noticias continuaron porque su recuperación fue perfecta, y hoy se encuentra en un refugio en el que sus cuidadores mueren por ella.
¿Lo único que falta en su vida? Que una familia finalmente la adopte para siempre.