Es del tamaño de un gato.
El pasado 21 de febrero dos cazadores de conejos que estaban en los bosques de Virginia (Estados Unidos) escucharon unos chillidos que llamaron su atención. Cuando descubrieron el origen de los sonidos, se encontraron con una guarida de osos en la que había dos pequeños cachorros negros. Sin embargo, la madre no estaba a la vista.
Los cazadores se contactaron con una institución llamada Virginia Department of Game and Inland Fisheries (VDGIF), que está a cargo de los recursos naturales de este estado. Informaron la ubicación exacta de los osos y los dejaron allí en caso de que la madre regresara.
Al día siguiente una bióloga del VDGIF acudió al lugar y, en efecto, encontró a los cachorros sin su madre. Uno de ellos había tratado de explorar los alrededores de su guarida y estaba frío y mojado, con su vida en peligro.
A pesar de los esfuerzos de la bióloga, uno de los cachorros murió y el otro fue llevado de inmediato al Wildlife Center of Virginia (WCV).
El cachorro tiene dos semanas de vida y debe ser alimentado con biberón seis veces al día.
El VDGIF registró a 10 osas para un estudio previo, una de ellas podría ser la madre adoptiva de este cachorro.
La recuperación de este pequeño se transmite por medio de una cámara web. Puedes verlo aquí.