“¿Cómo puedes odiarme cuando ni siquiera me conoces?”
Daryl Davis es un músico muy popular en los EE.UU. y está dando de qué hablar en los Estados Unidos, ya que ha ha convencido a unos 200 racistas blancos de abandonar la organización perturbadora Ku Klux Klan, un grupo de extrema derecha fundado en 1865, que promueve principalmente la xenofobia, así como la supremacía de la raza blanca, la homofobia, el antisemitismo, el racismo y el anticomunismo.
Davis no ha hecho nada muy complicado, simplemente ha sido amable. Esa ha sido su arma poderosa.
Su vida cambió en 1983, cuando en un bar un hombre lo escuchó tocar el piano, se le acercó y elogió su estilo. “Nunca escuché a un negro tocando tan bien como Jerry Lee Lewis”, le dijo. Davis le explicó que su amigo Jerry Lee había aprendido a tocar escuchando blues negro y a pianistas negros de boogie woogie. El tipo no le creyó, pero oyó a Daryl Davis fascinado. En cierto momento deslizó su pertenencia al Ku Klux Klan. En vez de salir corriendo del salón, Davis se quedó y conversó con él largo rato. La música los unió, y fue el principio de una gran amistad.
Davis decidió escribir un libro sobre las relaciones raciales y el KKK y, claro, fue a ver al amigo Klansmen que se había hecho aquella vez en el salón. Le preguntó cómo contactar a Roger Kelly, líder del KKK en Maryland. Para encontrarse con él le pidió a su secretaria que lo llamara, pero que no le dijera que él era negro. Por consejo de su amigo se reunieron en un lugar público, en un hotel. Davis fue con su secretaria, Mary, que era blanca. Kelly fue con dos guardaespaldas de fajina y armados. Al ver que Davis era negro se quedaron petrificados.
A partir de entonces surgió una gran amistad. Y de a poco hizo amistad con otros 200 miembros del KKK. Quienes fueron abandonando la organización progresivamente, además de regalarle su atuendo tenebroso como recuerdo.
“¿Cómo puedes odiarme cuando ni siquiera me conoces?”, dijo Davis en una entrevista.
A pesar de su increíble trabajo Daryl ha recibido algunas reacciones mixtas por hacer amistades con personas que han ocupado estos puntos de vista extremistas.
“Había sorpresa y shock en ambas caras (blancos y negros), la mayoría de la gente que no me conoce, o no se han molestado en investigar, leer sobre mí, ni oír mis entrevistas o conferencias” comentó, según reseña el Daily Mail.
Davis ha dicho que continuará su trabajo para derrumbar prejuicios absurdos. Admite que con la llegada de Trump a la presidencia pueda acrecentarse el racismo, pero eso, asegura, no va a detenerlo.
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