Tanya tiene tres consejos para las personas que luchan para bajar de peso.
Poco después de nacer, a Tanya Rybakova le diagnosticaron polio. La enfermedad, que hoy está erradicada en la mayoría de los países desarrollados, involucraba una gran debilidad. Sus papás la cuidaban lo mejor que podían y esperaban que ella pudiese llevar una vida normal. Sin embargo, con el tiempo recibieron una increíble noticia: Tanya nunca tuvo polio.
La pequeña solo era un poco débil, y para combatir esa característica sus padres decidieron alimentarla para que fuera cada día más fuerte.
“Todo para asegurarse de que ganara peso. Cuando llegué a la escuela era bastante fuerte”.
-Tanya, recordando su infancia-
Tanya llegó a pesar 103 kilos con solo 14 años, y los niños de su escuela no dejaron pasar ese detalle.
La molestaban constantemente poniéndole apodos y haciéndole crueles bromas. Tanya sufría y trataba de amainar el dolor comiendo más.
“Gordita, ancha, vaca -oía esas cosas todos los días. No solo a mis espaldas, me lo decían a la cara”.
-Tanya, citada en Hefty-
Dice que quería obtener confianza, pero era un círculo vicioso en que cada día engordaba más y más.
En su adolescencia soñaba con alguien que la quisiera por su personalidad y que dejara de lado el físico que tanto se avergonzaba de tener. A ratos entendía que el problema no estaba en ella, sino en los niños que la molestaban.
Tanya comenzó a probar distintas dietas y a hacer ejercicio. Algunas eran tan estrictas que dañaron su cabello y sus uñas.
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Perdía peso, pero cuando terminaba la dieta lo ganaba rápidamente de nuevo.
Fue así que a sus 20 años decidió tratar un nuevo enfoque comer de la forma más equilibrada posible: sin dietas, solo con conciencia.
“Decidí desarrollar mi sistema nutricional. Comía una cantidad de proteína, de carbohidratos, grasas, exactamente de acuerdo a lo activa que había sido durante el día”.
-Tanya-
Su técnica dio frutos y en solo 10 meses perdió 24 kilos. La dieta que siguió no era estricta, sino que le daban los nutrientes necesarios para mantenerse activa y con energía.
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No era una dieta, era un estilo de vida más sano, del tipo que se puede lograr con asesoría profesional y mucho respeto por su cuerpo, no exigiéndole más de lo que podía dar.
Hoy Tanya tiene 22 años y comparte sus fotos en Instagram junto a distintos comentarios respecto al cambio que hizo en su vida. Además, después de llegar a un peso ideal para su estatura decidió hacerse una cirugía para remover el exceso de piel que tenía.
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Tanya mide 1,62 y pesa 52 kilos, tiene un cuerpo envidiable que muestra en Instagram, plataforma en que da tres consejos a quienes desean perder peso:
1. Pensar en qué comen
Evitar “comer por comer” y tratar de dar al cuerpo los nutrientes que necesita de la forma más balanceada posible. ¡Recuerda siempre recurrir a asesoría profesional!
2. Olvidar las dietas mágicas
No duran, no sirven a largo plazo, te harán pasar un mal rato y probablemente hagan daño a tu cuerpo sin que siquiera lo notes.
3. Creer en ti mismo
Darte tiempo, cariño, respeto y confianza.
¡Estamos muy felices de que Tanya se mantenga sana y pueda sentirse a gusto consigo misma!