Por muchos años se pensó que las mujeres no estábamos capacitadas para manejar coches porque si eso pasaba, inevitablemente habría un accidente. Hoy, afortunadamente, todo ha cambiado.
Y es que algunas mujeres llevaron ese título de «buenas conductoras» a otro nivel convirtiéndose en taxistas. Se empoderaron a pesar de las dificultades. Aquí te contamos 6 motivadoras historias de esas mujeres, porque las anécdotas que valen la pena compartir no son sólo de los pasajeros sino también de las conductoras.
1. «Por ser mujer no deberías estar aquí»
Doris Lavado ha trabajado en el Banco Central de Hipotecarios, ha sido instructora de manejo y ahora es conductora de Beat, pero a pesar de su largo historial laboral, se ha encontrado con personas que no lo valoran. Hace muy poco, tuvo un pasajero que le dijo que «por ser mujer no debería estar ahí», que mejor se dedicara a otra cosa. Sí, estas cosas siguen pasando aunque no lo creas.
Ella decidió no responder, y solo pensó en lo bueno de trabajar así: disfrutar sin preocupaciones al lado de sus 4 hijos y 2 nietos. Desde entonces no permitió que un mal comentario le arruinara el día, porque sabe que hay gente que no tiene ninguna buena intención con sus palabras. ¿Qué hubieras hecho en su lugar?
2. Contra el abuso
Flor López trabaja como taxista hace 26 años. Dice que ha visto de todo, pero lo más duro que le tocó fue cuando ella fue la protagonista de la historia. Un pasajero trató de abusar de ella, pero gracias a una llamada de emergencia, evitó algo que pudo haber sido fatal. Desde entonces, su ley es solo trasladar a mujeres en su auto, no para evitar que le pase algo de nuevo, sino que para evitar que les pase algo a ellas, a sus «amigas mujeres».
3. Entre el compromiso y la pasión
La historia de Elaine Castañeda comienza en la universidad, cuando debía decidir entre estudiar Psicología o Derecho. Se inclinó por esta última carrera por motivación de su familia, pero con el tiempo se dio cuenta que no le apasionaba de verdad, sino que la Psicología era su verdadera vocación. Tenía claro que esa carrera estudiaría pero quería hacerse cargo por su propia cuenta, así que se unió a la flota Beat para poder pagar sus estudios.
En 2010 se graduó de su primera carrera, convirtiéndose en el orgullo de su familia. Elaine dice que «No hay límites para nosotras» y estamos de acuerdo con eso. ¿Tú qué dices?
4. Siempre hay alguien que te necesita
¿Te has preguntado qué puedes hacer para ayudar a los demás? Elizabeth Diaz siempre se ha caracterizado por tener un alma servicial y continuó con esa aura incluso en su etapa universitaria. Estaba terminando su carrera de enfermería y en el hospital donde hacía sus prácticas tenía algunos días libres a la semana. Para conseguir independencia económica decidió ser taxista cuando sus exigentes turnos se lo permitían.
Pero sus ansias de dar más le hicieron prometerse una cosa: al menos una de sus carreras a la semana en el taxi serían para llevar a una persona que estuviera en el hospital y que necesitara trasladarse. Elizabeth tenía claro que tener hospitalizado a alguien implicaba un gasto enorme, por eso quiso honrar su alma de servicio a bordo de su taxi.
Como estas hay muchas historias de mujeres que encontraron en el volante su fuente de ingresos. Tú también puedes escribir tu propia historia uniéndote al equipo de Beat, donde podrás tener un ingreso extra y te podrás desarrollar a tu propio ritmo.
Tú decides la velocidad de tu vida.