Muchas veces queremos que nuestro hogar refleje nuestra personalidad, después de todo, es un espacio seguro en el que compartimos muchos momentos importantes de nuestras vidas. Y lograrlo es más fácil de lo que pensamos, pues solo debemos encontrar el punto perfecto de combinación entre la comodidad y nuestro estilo de vida.
Si te has preguntado cómo lograrlo, acá te entregamos 5 consejos que de seguro te serán de gran ayuda.
1. Arma un tablero
¿Has oído hablar de los moodboards? Son tableros con imágenes de lo que más nos gusta y sirven para inspirarnos. Una buena idea es navegar por Pinterest e ir buscando lo que nos llame la atención en texturas y colores, puedes guardar todas las imágenes que te hablen y dejarlas en una misma carpeta que puede ir dirigida a un espacio de tu casa en específico, de esa manera vas encontrando foco hacia dónde guiar la decoración de tu pieza, living, cocina, terraza o cualquier rincón de tu hogar. Y, ojo, si no eres tan digital… también puedes hacer este tablero físico al ir recortando imágenes de revistas de decoración, viajes, hasta los periódicos.
2. Obtén una pieza de referencia
Si no sabes por dónde empezar, encontrar un objeto significativo y que genere alto impacto es un excelente punto de partida. Puede ser una lámpara, un centro de mesa, un cuadro o incluso un artículo de decoración pequeño que tengas en la entrada y simplemente adores. Solo debes remarcarlo como tu pieza de referencia y luego decorar el resto de la habitación en relación a su diseño. Suena sencillo, ¿no? Y lo es, porque, si te enfocas en algo que realmente te gusta, explorar otras ideas para tu hogar y hacerlas realidad se hará de manera automática.
Algo que todas las revistas de decoración tiene en común son las flores y las plantas. Te recomendamos que estén presentes en varios rincones de tu hogar, ya que son una fuente de inspiración que te permite jugar con distintas formas, colores, texturas y estilos que quieras reflejar. Además, si no tienes mucho tiempo para preocuparte por ellas, siempre puedes adquirir algunas artificiales de buena calidad que le den ese toque único a tu hogar.
El estilo que escojamos puede variar con el tiempo, por eso uno de los mejores secretos es confiar en los clásicos pero con una calidad que los haga perdurar con los años. Una gran opción es el lino: una tela suave al tacto, natural y versátil que puede adaptarse a la personalidad que queramos reflejar con nuestra decoración. Desde manteles y servilletas hasta fundas de almohadas y plumón, esta tela nos puede acompañar en todos los rincones y funcionar a través de todas las estaciones del año.
Ahora que ya tienes los cinco secretos para convertirte en decorador profesional de tu espacio, solo queda ponerlos en práctica.