Usar gafas es, para muchos, un símbolo cuestionable de belleza y empoderamiento. Es extraño cómo tergiversamos la realidad y es que, en el fondo, usar gafas es básicamente tener que estar dependiendo siempre de un elemento que puede llegar a ser muy incómodo.
Si te crees intelectual por usar gafas, déjame decirte que por un par de días mola, pero no mola cuando tienes que hacerle frente a la vida real. Es el caso del verano, porque no hay nada más terrible que usar gafas en verano y te lo vamos a demostrar con estas 7 razones:
1. Porque claramente no las puedes usar dentro de la piscina
Y eso dificulta un poco las cosas, como el cálculo por ejemplo.
2. Porque puedes usar gafas de sol, o puedes usar gafas de ver, pero nunca ambas juntas
Porque simplemente dos cuerpos no pueden ocupar simultáneamente el mismo espacio, dice la ciencia… y el sentido común.
3. Porque te suda la nariz
Si es invierno te suda igual, pero menos.
4. Porque todo es alegría y fiesta hasta que…
Porque no es como el móvil, que dejas de usarlo y todo bien. La verdad es que sin tus gafas no ves. Punto.
5. Encontrar tu sombrilla en la playa es como buscar una aguja en un pajar
Por eso tienes siempre un punto de referencia: “el caballero de la toalla roja”. Pero fallas cuando descubres que hay 1.000.000 de caballeros con toalla roja.
6. O puedes confundir fácilmente a un amigo con un tiburón
Y querer darle un abrazo.
7. Y porque claro, siempre te ves más guapo sin gafas que con ellas
Aunque claramente esto pasa en verano y en invierno, así que la decepción es transversal.
¿Ves por qué no nos gustan las gafas en verano?
Nadie más que tú entiende lo horrible que es tener que usar gafas y no querer hacerlo. ¿Te apetecería olvidarte de ellas?. Clinica Baviera tiene la solución: Este verano la 1ª consulta para saber si eres candidato a decir adiós a las gafas es GRATIS.
¿A qué esperas? Infórmate aquí sin compromiso.
Basta de situaciones incómodas por culpa de las gafas, amigo.
