Es válido pensar que en pleno siglo XXI hemos avanzado en materia de aceptación, respeto y oportunidades dentro de las empresas. Sin embargo, la realidad refleja que nos falta mucho por recorrer para que todas las compañías en México se comprometan con acciones verdaderamente valiosas para la inclusión.
Las injusticias aún suceden dentro y fuera del rubro empresarial y, tarde o temprano, tienen que ser erradicadas.
Entre las malas prácticas que suceden en el área de trabajo vale la pena hablar de la desventaja de las mujeres frente a los puestos de toma de decisiones, pues la mayoría de ellos son ocupados por hombres. También, las mujeres se ven obligadas a decidir entre maternar o percibir un sueldo. Para enfrentar esta brecha de género, debemos validar el aporte femenino impulsando sus capacidades y formación, además de modificar las estructuras actuales para incluirlas.
Otro grupo desfavorecido son las personas con discapacidad, que dicho de otro modo, son personas con diversidad funcional.
Lamentablemente, las estadísticas indican que este grupo tiene escasas oportunidades profesionales dentro de México, lo que se podría erradicar creando espacios adaptados a sus necesidades. Lo mismo sucede con la comunidad LGBTQ+, quienes no siempre tienen un buen recibimiento en las compañías. La solución está en otorgarles la apertura necesaria que les permita desarrollar su potencial como profesionales y como personas.
También debemos considerar las injusticias que suceden a nivel social, es decir, fuera del lugar de trabajo.
Actualmente, muchos rincones de nuestro país siguen siendo víctimas de la escasez y permanecen aislados sin suministro de energía eléctrica, además de no tener acceso a servicios de salud. La solución se está construyendo con programas que atienden a estas desigualdades.
Un referente que hemos encontrado en este aspecto es Iberdrola México, que está comprometida con las capacidades de todas las personas y se involucra en ser la solución de las principales problemáticas sociales. Por eso, firmaron 10 compromisos que garantizan espacios de trabajo diversos e inclusivos y que sirven de parámetro para valorar si una empresa se distingue entre las demás.