¿Conoces a una persona fanática por los conciertos y festivales? Yo soy una de ellas: siempre estoy al tanto de qué bandas y cantantes vienen a mi ciudad, siempre estoy ahorrando para ir a un concierto más… y parece que soy una incomprendida. Pocos parecen entender esta obsesión que tengo, porque muchas veces me han preguntado: “¿Qué onda? ¿Por qué vas a tantos conciertos? Pareciera que crees que el mundo se va a acabar mañana y que tienes que ir a todo concierto que se te cruce“.
Por lo tanto, les explicaré por qué voy a tantos conciertos. Y después de leer mis razones, ¡estoy segura que muchos me comprenderán!
1. Escuchar música con nuevo sentido.
Cuando vuelvo a escuchar una canción que escuché en vivo, con la banda tocándola frente a tus ojos, esa canción gana un significado especial. Cuando la escucho, recuerdo cuando la cantaba a todo pulmón… y ahora me gusta aún más.
2. Conocer gente.
¿Cuál es una de las barreras más comunes que evitan que hablemos con desconocidos? Que no los conocemos ni sabemos qué les gusta. Pero en un concierto todo cambia: todos compartimos un gusto por la música, estamos todos felices… ¡y todos somos potenciales amigos por un par de horas!
3. Descargar tu energía.
Muchas veces nos sentimos frustrados por el estrés del trabajo, la casa, los estudios… y no podemos descargarnos rompiendo cosas ni nada por el estilo. Por lo tanto, ¿por qué no hacerlo saltando y cantando hasta quedar ronca? Un buen concierto me brinda el momento perfecto para hacer eso.
4. Reforzar amistades.
Algunas veces he ido sola a un concierto, pero lo ideal siempre es ir con un amigo o amiga. Y no solamente para no sentirme sola en el momento, sino también porque así acumulo historias y momentos con ellos y juntos reforzamos nuestros lazos.
5. Armar un baúl de recuerdos.
Imagínate de aquí a algunas décadas, cuando te pregunten sobre cómo fueron tus años de juventud. En mi caso, aunque no haya vivido una vida de telenovela, tendré mis recuerdos de cuando disfruté intensamente de la música de mis cantantes y bandas preferidos. Y eso está muy bien, ¿no?