Por Coppel

Mamita, quisiera que existieran unas cuantas palabras para expresar al menos una parte de la inmensa gratitud que siento por tenerte en mi vida, por lo que logras para mí, por todo lo que me das (eso sí, no cuentes los chanclazos). Mamá como tú no hay otra, eres única y eres la mejor que podría tener.

Quisiera devolverte lo que toda tu vida has hecho por mí, pero aún entregándote todo, quedo en deuda contigo.

Eres la mejor, y creo que es porque a veces parece que te falta un tornillo. Amo haber heredado tu locura, mamá.

También eres puro amor, chistes y risas que se convierten en carcajadas que se escuchan en toda la cuadra.

Eres la flor que hace brillar todas mis mañanas… sobre todo cuando preparas unos ricos huevitos estrellados.

Tus abrazos, tus apapachos y hasta tus jalones de oreja son todo lo que necesito para saber que todo estará bien, porque cada día has estado a mi lado para recordarme que siempre he de ir con la cabeza en alto para alcanzar mis sueños.

Te amo demasiado, mamá. Gracias por sostener mi mano y permitirme siempre sentir tu calor, aunque la riegue una y otra vez.

Todo este tiempo has dado pasos entre la adversidad, la tormenta y el viento en contra, pero me enseñaste a estar siempre alerta para llegar al punto en donde quiero estar. Gracias, mamá. ¡Mírame hasta dónde he llegado gracias a ti!

Que llegaras hasta aquí no ha sido fácil, porque significó que tomaras importantes y drásticas decisiones en tu vida, aunque yo no las comprendía y me preguntaba qué caramba estabas haciendo. Pero así lo hiciste para que nada me faltara, y eso no tiene precio.

Sí, es cierto que no tuve todo lo que quería, pero me diste todo lo que necesitaba y hoy lo valoro más que nunca. Nadie me consiente más que tú.

Ni siquiera aunque me ganara la lotería me alcanzaría para devolverte al menos la mitad de lo que me has dado sin esperar ni pedir nada a cambio.

Que yo recuerde, nunca me has pedido nada, porque tu amor es real y desinteresado, tu amor es de mamá, y por eso quiero que tengas todo lo que mereces.

Por esto y tantas cosas más… gracias, querida mamá.

Si también crees que es momento de devolverle a mamá todo lo que ha hecho por nosotros, participa en el concurso Renueva tu Hogar de Coppel para celebrarla y sorprenderla. Puede ganarse una gran transformación para su casa y su imagen. Esta es la emoción de una de las ganadoras de Coppel del año pasado y este año puede ser la reina de tu hogar:

¿De qué manera le agradecerás a mamá este año?