Investigadores lo atribuyen, entre otras cosas, que el azul denota una presencia policial.
Un hallazgo anecdótico bastante intrigante se descubrió recientemente en Escocia. Según medios de prensa, después de la instalación en el año 2000 de farolas de color azul en ciertos lugares de la ciudad de Glasgow se han reducido tanto los suicidios como los crímenes en estos sitios. En 2005, en la prefectura de Nara en Japón, la policía hizo lo mismo y se dieron cuenta que el número de delitos disminuyeron en un 9 por ciento en los barrios iluminados de azul. Muchas otras áreas de este país oriental siguieron su ejemplo. Una compañía de trenes japonesa también cambió el color de sus luces en ocho plataformas de estaciones. Después de hacer esto no han tenido más intentos de suicidio.
Según el Dr. John Grohol en su artículo publicado en psychcentral.com este efecto se puede atribuir a tres razones posibles:
-El color de la luz es nuevo e inusual, haciendo que la gente a actúe con más cautela en la zona (las personas no están seguras de qué esperar en la zonas inusualmente iluminadas).
-El azul es un color claro, casi universalmente asociado con una presencia policial, lo que sugiere que es un área de más estricto cumplimiento de la ley.
-El azul puede ser un más color más agradable que ilumina a la mayoría de la gente, en lugar del amarillo, naranja o rojo (de acuerdo con algunas investigaciones, tales como Lewinski, 1938).
Sin embargo también hay científicos que creen que la respuesta al fenómeno es obvia:
“Hay numerosas piezas de información que prueban que el azul tiene un efecto calmante sobre las personas. Sin embargo, es un color de luz inusual, así que es posible que las personas solamente sientan que es mejor evitar cometer un crimen bajo esta inusual iluminación. Es un poco riesgoso creer que por el color de la luz podemos prevenir cualquier cosa”.
–Prof. Tsuneo Suzuki de la Universidad de Keio–
Hay una gran cantidad de investigación en la psicología del color sobre el azul según escribe Grohol pero sólo se han hecho pruebas sobre el efecto que tienen en las personas los objetos de color azul o paredes. No han habido muchas investigaciones con iluminación azul como tal. A pesar esto, el psicólogo cita un estudio de Glickman y otros científicos del 2006 que habría demostrado que la luz de longitud de onda corta (azul) ha demostrado ser un tratamiento potencialmente efectivo para el trastorno afectivo estacional, un tipo de depresión. Además, ayuda a reducir el estrés en pescados (aún no se ha probado en humanos).
Si este hallazgo logra ser significativo a lo mejor esto se puede extender en más lugares del mundo y se podrá comprobar si será una cosa de costumbre o si efectivamente el color azul puede ayudar. Por mientras, es un cambio bastante simple y barato que, si puede prevenir un crimen o un suicidio, vale la pena intentarlo.