Porque soy consciente de lo que merezco, y sé que tú lo vas a valer.
Te quiero explicar por qué decido esperar por ti, pasando mis días leyendo libros que me instruyan y mejorando mi relación conmigo mismo; porque hay libros que me escuchan, hay libros que me hablan, otros que me enseñan a soñar y otros a saber vivir. Voy aprender a amarme a mí mismo en vez de requerir la compañía de otra persona para que me ayude a matar la soledad que se suele acentuar en lo cotidiano de los días. Decido esperar por mí, por ti, por ese día que estés a mi lado, porque sé que, así como tú, yo también merezco un amor de verdad, un amor que me acepte tal y como soy, queriendo sobre todo cada uno de mis defectos y amando mis fantasmas, mis dudas y mis miedos.
Decido esperar por un amor, que me recuerde día a día la belleza de la vida, que estamos rodeados de milagros, desde el amanecer hasta el anochecer; un amor que me haga sentir que conmigo todo lo puede y que conmigo todo lo quiere. Amor, decido esperar por ti, porque sé que, aunque todavía no tengo la certeza de quién eres o dónde estarás, o si ya te conocí, sé que andas por allí, y que sólo tú serás mi lugar favorito. Serás ese amor que me hará florecer como la primavera hace con los cerezos.
Decido esperar por ti, porque no quiero apresurarme, no quiero estar con alguien simplemente por la necesidad de sentir aprecio, la necesidad de compañía, por el bendito e inexplicable miedo a la soledad, o peor aún, por costumbre. No se puede jugar con los sentimientos de las personas, y sé que una relación así, nunca sería suficiente para mí, porque quiero algo que no sea fácil, algo con problemas, con trabas para fortalecer nuestra relación, superando juntos cada momento difícil y que cada día que tenga la oportunidad enamorarte más y más.
Decido esperar por ti, porque creo firmemente en un amor intenso, gobernado por la ternura y admiración; porque en la actualidad han minimizado abismalmente el significado de la palabra amor; y quiero reservar esas 4 letras para ti, sólo para ti; porque el día que decida decirlas, porque el día que mi corazón las sienta de verdad, espero sostener tu mano y mirarte a los ojos, sonreír y decirlo; créeme que serán las palabras más sinceras que oirás, no suelo decir cosas que no creo, y mucho menos que no sienta. Y te aseguro que no serán suficientes para demostrar todo el amor que te tendré.
Contigo quiero aprender el verdadero significado de amar, y todo lo que eso implica. Quiero echarme a tu lado y hablar contigo, sobre ti, sobre lo que fuiste, lo que eres y lo que deseas ser. Quiero saber tus mayores anhelos, tus mayores sueños, tus mayores ilusiones y ser parte de tus mayores alegrías, y con el pasar de los días, estar de tu lado, y ayudarte a cumplir todas tus metas. También quiero que sepas, que tengo un grandísimo interés en escuchar todos tus miedos, todas tus decepciones, todo lo que alguna vez te causo una lágrima, para así, beso a beso ir borrando tus marcas, esas que no dejan huellas en la piel solo en el alma, y cambiarlas por instantes de felicidad. Quiero aprender de ti, quiero que aprendas de mí. Aprender a reconocer cuando necesitas un consejo y cuando simplemente un abrazo de esos que te dicen sin palabras que todo va a estar bien.
Quiero ir forjando contigo de la mano un futuro lleno de pequeños momentos y de bendiciones. No quiero ser sólo tu amigo o tu novio, simplemente quiero ser el amor de tu vida, quiero que seas mi sueño, mi paz y seguridad. Y yo ser tu maravilloso desastre.
Quiero explicarte todo lo que soy, todo lo que fui y todo lo que quiero ser, y así poco a poco, tú misma vayas descubriéndome. Quiero demostrarte quien soy, con mis dilemas, con mis miedos, con mis fracasos, con mis logros y, sobre todo, quiero tener la libertad de poder mostrarte mi complejidad. Quiero enviarte poemas que tal vez no tengan sentido, pero que signifiquen mucho; o encuentres una que otra carta echa al apuro, con frases leídas y palabras mías con mucho sentimiento. Quiero que tropieces con uno que otro libro con frases resaltadas mientras caminas en las mañanas porque los he dejado olvidados en tu habitación y dejarte bajo la puerta Girasoles, porque me gustan mucho.
Por si alguna vez lo dudas, también estaré allí para llorar contigo y tomar tu mano si la ocasión lo requiere, o enviarte un mensaje por si nos separan muchos kilómetros, por experiencia propia, sé muy bien, lo difícil que es, por lo menos para mí, mostrar mis debilidades, lo difícil que es abrir mi alma, mi mente, mi espíritu, y mostrarte lo vulnerable que soy, a pesar de lo fuerte que aparento ser. Precisamente quiero eso, que me conozcas y conocerte de verdad, sin facetas, sin restricciones, sin roles que cumplir. Porque, así como tú, yo también tengo un pasado, el cual no es tan bonito, pero he aprendido las mejores lecciones de la vida en él y que hoy agradezco cada huella que han dejado las personas y los momentos en mi formación personal.
Quiero que me muestres tu lado malo, ese que crees que no inspira amor, ese que crees que no debes mostrar por temor, quiero que sepas que amaré hasta tu sombra, ya que amar implica aceptar, y aceptaré quien eres, ya que, para mí, esa es la única manera de amar. Aceptar que me puedes arrastras a un sin número de problemas futuros, pero sin embargo estar ahí para ti, para sujetar tus manos y también tus miedos. Solo no te pido que huyas cuando las cosas se ponen difíciles, quiero que te quedes conmigo a batallar, porque mi princesa, habrá momentos en la vida en el que te toque sacar la corona y vestirte con la armadura, porque la vida no es tan bonita como en los libros.
Quiero que me quieras por lo que soy, por como soy, por mi manera de reír cuando nadie me ve, por como canto cuando nadie me escucha, por mis chistes agrios y mi manera literal de comunicar las cosas, por mis libros, mis metas, mis músicas, mis pasiones y sobre todo, por todo aquello que ni yo mismo acepto. Porque a veces suelo huir y decir cosas que no debo, pero quiero que sepas que se reconocer cuando me equivoco, aprender de ello y hacerme fuerte en los lugares rotos. Y sabes, te digo todo esto, para que algún día que yo llegue a llamarte amor, sea porque inesperadamente has logrado llegar a mí, y habrás llegado a esquivar los grandes muros que resguardan mi corazón. Y con toda sinceridad, amor, sé lo difícil que puede llegar a ser, sobre todo con alguien como yo, que tiene tantas formas de expresarse, tantos segundos nombres, a veces tan tierno y otras tan frío, a veces tan indestructible y otras tan vulnerable.
Si lograste llegar tan lejos, amor, definitivamente eres lo que tanto esperaba. Por eso te diré con una sonrisa, que realmente valió esperar por ti, esperar por un amor así. Porque aun creo en los amores a la antigua, esos de detalles cursis y de luchas interminables para fortalecer y dar valor.