Te amo, te amo desde la primera vez que te vi, ahí quieta y vibrante a la vez, coqueta y sensual. Pero a veces te odio, te odio más que a nada, sobre todo cuando destrozas en un segundo mi fuerza de voluntad o cuando te haces la víctima y me haces sentir como la única culpable.
¡Amada y maldita comida! Así es mi relación contigo, como un torbellino, intensa, avasalladora, inquebrantable y muy, pero muy culposa.
Y es que dicen que del amor al odio hay sólo paso, ¡y contigo es así deliciosa y cruel comida!
1. El extraño momento en que empecé a salivar al pensar en comida.
En ese momento lo di todo por perdido.
2.¿En qué pienso durante el día?
Sí, y cuando duermo, a veces sueño con comida.
3. Ir al gimnasio: merecer comer más.
Ya maté unas calorías, ahora ¡a comerrrrr!
4.Una regla inquebrantable:
NO COMPARTIR JAMÁS.
5.Cuando mi perro me pide comida le digo a los demás que no le doy porque le hace mal para la salud, pero en realidad…
Sólo no quiero perder ni una miga.
6. Cuando me invitan a una fiesta en lo primero que pienso es en:
Qué me importa a mí el atuendo que me pondré, ¡sólo te quiero a ti comida!
7.Estar en mis días es la excusa perfecta para comer todo lo que quiero.
Es que no hay otra manera de pasar ese colorado mal rato, ¡ES VERDAD!
8. Cuando veo que alguien dejó comida en su plato.
El peor delito de todos.
9.Cuando me preguntan ¿Sexo o comida?
Difícil, pero…¡COMIDA!
10.Cuando intento hacer dieta.
Todas las semanas lo mismo.
11. Cuando le pido a mi novio que me ayude con la dieta y de repente se me ocurre comer un chocolate y me dice “¿No que estabas a dieta?”.
Ándate a la &%&//((/%%$&&/%(/!!!!
12.Cuando me preguntan “Si pudieras tener un super poder, ¿cuál sería?”
¡Comer TODO lo que quiera sin engordar!
Sería todo tan hermoso si este simple deseo se hiciera realidad.
Pero bueno, los super poderes no existen, así es que por esto mucho más…amada y maldita comida…