Se convirtió en un símbolo.
En medio del desastre que esta semana abatió la ciudad italiana de Amatrice, un edificio en particular llamó la atención de todos. Rodeado de escombros y polvo, la construcción que se encuentra en el centro de la ciudad, se alza intacta y aparentemente sin daños. Su color rojizo se destaca entre los restos grises de los otros edificios destruidos que alguna vez se pararon a su lado, y para estos momentos, ya es casi un símbolo de la catástrofe.
Pero este edificio tiene su historia y se remonta a años atrás.
Para el tiempo en que se construyó la pieza, cerca de los años 50, el proyecto fue duramente criticado, ya que su color y altura de cinco pisos, rompían con la armonía y la estética del centro histórico de Amatrice.
Sin embargo, y contra todo pronóstico, este es el único inmueble que no se destruyó con el terremoto en el centro de la ciudad. ¿La razón? Seguramente en su construcción se utilizaron materiales de alta calidad. Y, de acuerdo a lo informado por medios italianos, no sufrió mayores daños. De acuerdo a lo señalado por los empleados del banco Intesa San Paolo (que está en la primera planta), se pudo entrar al edificio sin problemas después de que la policía investigara el lugar.
Luigi Bucci, ingeniero y exalcalde de Amatrice, cuenta que todos en la ciudad quedaron sorprendidos con la resistencia del colorado edificio, a pesar de que en su minuto, criticaron fuertemente la construcción.
Y es que el edificio rojo que alguna vez fue criticado por todos, hoy se convierte en un símbolo. Símbolo de una ciudad que quiere levantarse y renacer de entre los escombros.