Hace un llamado a disfrutar cada minuto de la maternidad.
Heather Peterson había asistido a una cita con el ginecólogo en la semana 20 de su embarazo. Durante la revisión de los resultados, el médico se quedó el silencio por unos segundos. Sabía que algo andaba mal. Más tarde confirmó sus temores: la bebé que estaba por nacer fue diagnosticada con el síndrome de Edwards o trisomía 18, una deficiencia que afecta el crecimiento.
Generalmente, los bebés con esta condición experimentan numerosas dificultades médicas, incluyendo problemas con sus órganos vitales.
Solamente 9 de cada 10 bebés lo padecen logran sobrevivir a su primer año de vida. La pequeña Olivia, hija de Heather y Nathan, es uno de los bebés que superó todo pronóstico y cumplió su primer año de vida en 2016.
Cuando mamá Heather recibió la desgarradora noticia de voz de su médico, él y la enfermera esperaban una respuesta respecto al diagnóstico, y ella respondió con lágrimas en los ojos que todo estaría bien, que nada esperaba más en este mundo que la llegada de su hija.
Días después del diagnóstico, mamá Heather creyó que era una oportunidad para usar su experiencia y ayudar a otras familias en una situación similar.
Ha pesar de que Olivia logró celebrar su primer año de vida, mamá y papá Peterson están viviendo un día a la vez. De hecho, cuando la bebé nació, no se preocuparon del futuro, sino de vivir el momento, de ese tiempo en que podían disfrutar a su niña, sin pensar en cuánto tiempo estaría entre sus brazos.
En lugar de eso, tomaron un fuerte respiro y se centraron en el hoy. Se convencieron de que su trabajo es el de amar a bebé Olivia.
Mamá Heather tiene algo que decir a otras madres y padres. Quiere que sepan que criar a un bebé con trisomía 18 es complicado, pero hay una luz que siempre estará encendida sobre ellos. La pareja es un pilar fundamental, no hay que culparse, sino mirar en la misma dirección. Si permanecen cerca uno del otro, las cosas serán más fáciles.
La familia Peterson recomienda disfrutar y recordar del amor que damos por sentado hacia los hijos. Vivir el hoy es la clave.
Nadie sabe a ciencia cierta si Olivia podrá celebrar su segundo cumpleaños con su familia, pero de aquí a entonces, vivirá llena de abrazos, de cariño y de un amor que sólo una madre puede dar. Heather y Nathan están disfrutando cada minuto.