Su hijo la describió como “una gran madre que nunca dejó de ser niña”.
La muerte de un familiar siempre es difícil. Además de dejar a varias personas tristes por la partida, también requiere llevar a cabo varios protocolos que las tradiciones se han encargado de mantener vivos por décadas. Pero cuando el fallecimiento de esta mujer fue publicado en el periódico local, seguro que le llamó la atención a más de una persona.
Cuando el obituario de Carmen Bustamante Barangó fue publicado en El Periódico de Cataluña, marcó un hito al ser el primero que incluía un emoji.
El hijo de la mujer, Román Zabal, habló con Verne y comentó las razones del emoji, describiéndola como “una gran madre que nunca dejó de ser niña”.
Carmen Bustamante tenía 75 años cuando falleció en Barcelona, el viernes 27 de mayo de 2016. Su hijo explicó que, días antes, ella imitó el emoji en cuestión, explicándole que quería que estuviera en su esquela porque, según cuenta Zabal, “no era nada creyente y dijo que, si aparecía algún símbolo de ese estilo, reviviría y vendría a buscarnos“.
Tres de los hijos de la mujer viven fuera de Barcelona, por lo que estaban todos reunidos en una conversación grupal en Whatsapp, haciendo de ella una ávida usuaria de la popular aplicación, donde solía usar el emoji.
“Al repasar las conversaciones de texto que manteníamos, nos dimos cuenta de que aparecía muy a menudo en ellas”.
Además, Zabal cuenta su relación con el fútbol y el estadio del Espanyol, que motivaron la referencia futbolera en el texto.
“Vivíamos al lado y mi casa se convertía en un centro de reunión para gente que quería ver los partidos. Era una mujer muy generosa que no tenía bastante con sus cinco hijos, así que abría las puertas de su casa a todo el mundo”.
Hincha del Barcelona, Carmen no estaba nada interesada con la final de la Liga de Campeones, entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid, y así lo aclara su hijo.
“Yo creo que se fue de este mundo antes para no verlo”.