Jack Richens transformó su furgoneta en una casa rodante aprovechando todo el espacio.
Para muchos, la aventura y la diversidad de paisajes que conlleva hacer un viaje largo por tierra puede ser una experiencia que los realiza. Sin embargo, vivir todo el tiempo en un vehículo puede aburrir y causar molestias rápidamente si no está bien diseñado y armado, especialmente cuando la familia tiene niños.
Jack Richens, de Oxford, Inglaterra, decidió que era momento de transformar una furgoneta en un cámper para poder viajar con su familia. El modelo que usó fue un Mercedes Benz Sprinter del año 2012 y si bien por fuera pareciera como si no tuviera cambios, por dentro es único.
“Después de la muerte indigna de mi antigua van, con mi novia descubrimos que una vida sin un vehículo así es mucho menos entretenida. Después de mucho buscar nos dimos cuenta que, sin excepcion, los cámper son poco prácticos, las motorhome son feas y los botes para andar en canales no van a 80 millas por hora (alrededor de 128 km/h). Nos propusimos crear un vehículo para el próximo capítulo de nuestras vidas, en la que pensábamos tener hijos”
– Jack Richens a TreeHugger.com
El diseño estuvo a cargo de su novia, quien se basó en la distribución de los botes para aprovechar al máximo el espacio. Las camas, por ejemplo, están apiladas una sobre la otra, con espacio suficiente para poder dormir de lado o voltearse durante la noche sin golpearse. Además, la cocina es compacta, con un lavaplatos largo y estrecho, dos quemadores y el espacio justo de alacenas.
La furgoneta cuesta $10.000 dólares y los materiales, accesorios y equipamiento cuesta $8.500 dólares. El gasto más grande fue de tiempo y trabajo. Lo mejor de todo es que ha resultado ser una idea muy popular y ya ha recibido numerosas consultas para hacer pedidos, por lo que está planeando construir más de estas a futuro.
Y a ti, ¿te gustaría tener una?