Esta es una forma asombrosa de mejorar algo que otros consideran basura.
Los proyectos que puedes hacer tú mismo siempre son los más divertidos porque te dan espacio para que puedas explotar tu imaginación en ellos. Y nada mejor que cuando conviertes algo que otra persona consideraba como basura, en un objeto fantástico.
La creadora del increíble mueble que verás es Larissa, una madre de seis pequeños que ama remodelar cualquier pieza que llegue a sus manos: muebles, veladores y cajoneras. Ella es una experta cuando se trata de darle vida a estos bellos objetos, incluso tiene su propio blog llamado Prodigal pieces donde muestra todas sus creaciones.
Este es el mueble de 1960 que compró por 5 dólares en una venta de garage. ¡Y decidió comenzar con su proyecto!
Lo primero que hizo fue revisar en qué condiciones estaba para ver de qué forma debía continuar su proyecto. Larissa sabía que no sería fácil, pero por nada del mundo iba a desmotivarse a crear una gran obra de arte.
Primero empezó por los cajones porque quería retirarle la capa madera sintética que tenían arriba, así que ocupó una toalla mojada: la dejó sobre el mueble durante toda la noche porque sería más fácil descascararlo al día siguiente.
Cuando retiró la toalla, se preocupó de lijar todas las superficies para que quedaran uniformes. Además aprovechó de llevarlos al sol para que el secado fuese más rápido.
Con un destornillador pudo sacar el borde decorativo que tenía el mueble, claro que lo hizo muy despacio para no dejar marcas.
¡Ahora a pintar!
Luego se preocupó de aplicar una capa de pintura blanca: cuando uno aplica este color primero, los colores que se apliquen después brillarán más fuerte.
Con un cartón y un lápiz comenzó a dibujar la silueta del automóvil: ventanas, focos de luces, limpia parabrisas y más.
¡Después le agregó más colores!
Pintó de gris y celeste algunas partes.
Luego continuó con las perillas del mueble porque debían camuflarse perfectamente.
Y le puso este objeto…
¡Y este fue el increíble resultado!
¿Verdad que quedó impresionante?
¡Quiero hacer lo mismo en casa!