Una pelota perdida o una piedra es el máximo enemigo de esta obra de arte.
Es perfecta para recluirse a tomar café, leer o trabajar en ese proyecto que tienes abandonado hace años y que no puedes dejar de lado. La “Cabina de vidrio” de Neile Cooper es tan hermosa que quizás no puedas concentrarte. El artista nos impresiona no solo con al construcción, sino que con el entorno en que está.
Todo fue producto de una visión: quería tener una cabaña en el terreno detrás de su casa en Nueva Jersey, Estados Unidos.
Allí construyó el recinto usando ventanas y madera reciclada a la que luego aplicó técnicas de vitrales.
Son más de 12 diseños en sus paredes, las que dan un toque incomparable a su creación.
Neile Cooper.