A estos estudiantes no sólo se les exigían calificaciones, ¡sino también una agitada vida nocturna!
Si hubieses vivido durante la década de 1920 en la Alemania del Weimar (como se le llama a la Alemania del período de entre guerras), lo que realmente era algo popular en la juventud, eran las alocadas y disparatadas fiestas de la Bauhaus. La Bauhaus fue una escuela escuela vanguardista de diseño, artesanía, arte y arquitectura fundada el año 1919 por Walter Gropius, en la que se exigía a sus particulares alumnos algo más que una vida correcta y buen desempeño académico.
“Para ser admitido en los talleres de la Bauhaus, él o ella no sólo deben saber trabajar, sino también aplicar una manera de vivir. La educación y la formación no son requisitos esenciales, pero sí el tener un temperamento animado, ser alerta, contar con un cuerpo flexible y una mente inventiva. La vida nocturna en la Bauhaus tiene la misma importancia que las actividades diurnas. Hay que saber bailar”.
-Farkas Ferenc Molnár, estudiante húngaro de la Bauhaus y arquitecto-
Al parecer, los festejos de la escuela eran alocados y desatados, pero lo más importante de todo era contar con un disfraz espectacular, que destacara no solamente el espíritu festivo, sino el talento en el diseño.
Lamentablemente no contamos con demasiadas fotografías de estas alborotadas fiestas, pero las que conocemos revelan la inventiva y las fantásticas creaciones que estos jóvenes lograron hacer.
Si éste era realmente un requisito de estudio, ¡muchos de nosotros hubiésemos participado con el mejor de los ánimos!
Los diseños son realmente espectaculares.