Me pregunto si los artistas de estas obras estarían de acuerdo.
El arte es una de las cosas más exquisitas que hay en el mundo, por lo que entrar a un museo es toda una experiencia. Los grandes museos como el de Arte Moderno de Nueva York o el super famoso Louvre en Francia, son visitados por cientos de personas cada día, así que la limpieza y cuidado de las obras de arte es una real ciencia. El polvo y las bacterias que se acumulan en estos sitios cerrados son millones y todas las piezas deben cuidarse de ello pero, ¿con qué las limpian? Bueno, el secreto mejor guardado del equipo de mantención de los museos ha estado bajo el derecho de silencio, y recientemente salió a la luz una de las técnicas de limpieza que dejó a todos impactados por ser bastante asquerosita.
La artista Nina Katchadourian comenzó una investigación sobre el mantenimiento de las obras en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), y después de entrevistar a varios especialistas se asombró al saber que la saliva es uno de los grandes conservadores de arte.
Un momento, ¿qué?
Todo comenzó por su interés en descubrir cómo afectada el polvo al museo y al arte exhibido en general: “Me interesó el polvo en muchas facetas como el elemento que sale y entra del museo debido a las 12 mil personal que lo visitan”.
“La saliva es excelente para limpiar las obras porque es 90% agua, y el otro 10% minerales”, afirma Anny Aviram, con más de 40 años siendo experta en el tema
Aviram, dice que es difícil hablar del tema porque parece un chiste, pero señala que a menudo limpian el polvo con saliva y luego con un pañuelo, a lo que llaman “solución enzimática”.
“Primero pasamos un pañuelo con saliva y luego otro seco para retirar la suciedad. Es un proceso lento porque no puedes estar ocho horas limpiando con saliva; se te acaba”.