Confesó que entró en depresión luego de protagonizar la película “Una chica en apuros”. No le gustó su apariencia como hombre.
¿Te acuerdas de Amanda Bynes? Probablemente sí; esa chica simpática, atractiva y muy, muy graciosa que protagonizó el “Show de Amanda”, “Lo que una chica quiere”, “Una chica en apuros”, entre otras. Lamentablemente, hace ya unos 8 años que Bynes está alejada de las cámaras, y su salida no fue de las mejores. La tildaron de esquizofrénica y bipolar luego de protagonizar complejas polémicas.
Desde el 2007, la actriz de 21 años en ese entonces, comenzó a tener problemas severos con las drogas. Cayó en el oscuro mundo de la drogadicción y tomó decisiones muy desafortunadas, bajo los efectos de estupefacientes, que terminaron por acabar con su carrera. Anunció por Twitter el 2010 que se iba a retirar de la televisión y del cine, algo que hasta el día de hoy la persigue.
Por primera vez en 4 años, Amanda decidió enfrentar su situación y romper el silencio con una entrevista exclusiva. Fue una sorpresa para todos verla reaparecer en una portada de revista y, afortunadamente, luce como nueva.
En la entrevista reveló cosas inéditas. Dijo que el 2007 cayó en una profunda depresión luego de haberse visto en el filme “Una chica en apuros” (She´s the man) personificada como hombre.
“Cuando la película se estrenó y la vi, caí en una profunda depresión por 6 meses porque no me gustó cómo lucía como chico. Jamás había contado esto”, dijo a Papermag.
Ahí comenzó su eterna lucha; la raíz de todos sus problemas radican en el abuso de drogas. Junto con eso, cada día empezó a sentirse más insegura de su apariencia y la única forma de mantenerse en pantalla era ahogar sus sentimientos consumiendo, y así mantenerse delgada.
Después de verse en el filme “Se dice de mi” (Easy A) anunció en twitter su retirada. Algo que ahora, 8 años después, lo cataloga como un episodio “psicótico inducido por las drogas”.
“Vi esa película y me convencí de que jamás debía aparecer en cámara otra vez y me retiré oficialmente en Twitter, lo que fue, ya sabes, algo estúpido. Si es que me hubiese retirado de la forma correcta lo tendría que haber hecho en una conferencia de prensa, pero lo hice en Twitter. ¡Con mucha clase! Pero ya sabes, estaba drogada y estaba como: ¿saben qué? Estoy harta de esto, Así que lo hice. Pero fue algo muy tonto y lo puedo ver ahora. Era joven y estúpida”.
En ese tiempo hubo muchos episodios catastróficos; su renuncia por redes sociales, la policía la paró un par de veces manejando drogada y ebria, y más de alguna vez protagonizó escándalos en la vía pública. Así fue como comenzaron los rumores de que Bynes se comportaba así porque estaba esquizofrénica, bipolar y con trastornos graves mentales. Pero ella hoy lo niega rotundamente:
“Definitivamente no es divertido cuando las personas te diagnostican con lo que ellos creen que uno es. Eso siempre me molestó. Si uno lo niega y les dice realmente lo que uno tiene, ellos no te creen. Realmente, para mi, mi comportamiento fue inducido por las drogas, y cada vez que me salía de ellas volvía a la normalidad”.
Afortunadamente, Bynes pudo obtener ayuda y hoy ya lleva 4 años sobria. En la entrevista afirmó convencida que jamás volverá a esos episodios oscuros de su vida. Ha seguido adelante.
“Esos días de experimentar están hace tiempo ya en el pasado. No estoy triste ni tampoco los extraño porque realmente me siento avergonzada de cómo esas sustancias me hicieron actuar. Era como que un alien se apoderara de mi cuerpo. Era un sentimiento muy extraño”, reveló.
Junto con las drogas, dejó su pasado de actriz enterrado bajo siete llaves por ahora. Actualmente Amanda está estudiando en el Instituto de Diseño de Moda y Marketing en Los Ángeles, y ha continuado con su vida. Se alejó de todo lo que le provocaba daño y ansiedad.
No niega volver a la actuación; dice que sólo lo haría si le ofrecen un proyecto que realmente la emocione. “No le tengo miedo al futuro, lo peor ya lo pasé”.