Mientras la pelea por su tutela continúa, ella decidió ir de vacaciones con su novio Sam Asghari. Demuestra que no necesita que nadie la vigile.
Este año ha sido de los más duros para Britney Spears, quien declaró que la tutela de su padre es abusiva, pidiendo que pueda ser realmente libre de gastar su dinero como quiera. Esto abrió un proceso legal en Los Ángeles, espacio en el que se evalúa si su padre seguirá teniendo la tutela de la cantante.
Hasta el momento Britney no ha ganado la batalla, pero ha tenido la suerte de poder escoger a un abogado de su gusto y llevar el caso a su manera, lo que le da más posibilidad.

Pero lejos de su padre, ella tiene una vida y parece que está comenzando a vivirla de nuevo y es que en medio de todos estos embrollos decidió darse unas vacaciones. En compañía de su novio Sam Asghari, la princesa del pop no contuvo la alegría al acariciar la barriga de un cerdo de Hawái.
Vistiendo una blusa blanca, shorts de jean y unos tacones, se veía sorprendida en medio del verde ambiente, conectada con todo lo que le rodeaba.

Llevaba más de 13 años bajo una tutela que consideraba abusiva, independientemente de si lo es o no, no podía hacer lo que deseaba y eso no es vida. Ella simplemente desea ser feliz, inclusive contó que le obligaban a usar métodos anticonceptivos y no podía casarse o tener hijos con su novio.
Por ahora, parece que su padre, Jamie Spears, ha perdido algo del poder que tenía sobre ella y sus decisiones personales, pues realizó este viaje sin vigilancia.

Tal vez se debe a la presión que muchos han hecho a través de redes sociales con el hashtag #FreeBritney, uno que la cantante agradeció y pidió que más personas lo compartieran. Ella aseguraba que antes intentaba ocultar su dolor y tristeza, pero no pudo más porque desea vivir su vida al máximo.
Si bien no hay una resolución definitiva, parece que los cambios han comenzado. Para empezar, se está dando unas vacaciones y por un momento determinado puede ser feliz. Trabajó e hizo mucho dinero, lo justo es que lo disfrute como desee, sin que nadie le diga qué hacer.
