El país escandinavo tiene una tasa de divorcios altísima, por lo que el gobierno quiere tratar de que la gente dure un tiempo más junta.
Ah, Escandinavia. La tierra de los fiordos, la arquitectura colorida, la vida lenta y dulce y la gente hermosa. Qué puede tener de malo un lugar como ese. Especialmente Dinamarca, el país que año a año sale en 1er lugar como el país con las personas más felices del mundo. Lo suficientemente alejado de los problemas del mundo, pero no tanto como para que parezca que vivan en otro mundo, los daneses han logrado convertir una tierra remota y fría, en un lugar donde a gran parte del planeta le gustaría vivir.

Pero la verdad es que ningún lugar es perfecto. Incluso el país con la mayor tasa de felicidad del mundo tiene algunos aspectos que no resultan demasiado bonitos. El problema en particular de Dinamarca es su tasa de divorcios. El país escandinavo tiene una de las cantidades de divorcios por año más altos del mundo.
En parte se debe a lo fácil que es divorciarse en Dinamarca, pero esto nos lleva a una situación tipo-huevo-la gallina: ¿la gente se divorcia en Dinamarca porque es fácil? ¿O porque la gente se divorcia mucho, el trámite es fácil?

Para tratar de darle una solución a esto, el gobierno de Dinamarca decidió cambiar sus leyes, buscando quizás reducir un poco el número de divorcios que ocurren diariamente. El cambio incluirá que para una pareja que quiera divorciarse, se le exigirá pasar un periodo de 3 meses. En él podrán hablar y llegar a estar completamente seguros de lo que hacen. Al mismo tiempo, parte de este tiempo deberá ser ocupado en un curso, donde se les enseñará desde las ventajas de estar casado, a cómo rehacer sus vidas cuando vuelvan a vivir solos.

El objetivo de esto, como reportó The Guardian es otorgarle un poco más de peso al divorcio. Con lo fácil que es actualmente, los daneses pueden recurrir a él como una fácil solución a los problemas que tengan en su relación. Si ocurre luego de un tema y un curso, las parejas entenderán que lo que están haciendo tiene un significado y un peso. No es simplemente un trámite.

Como sea y para lo que sea, los escandinavos saben tomarse en serio las cosas y darse el tiempo para encontrar una solución.