Según ella, tiene como objetivo empoderar a las mujeres.
Yazmina Jade tiene 26 años, es australiana, y alguna vez trabajó como estilista, pero hoy se desempeña como curandera. A pesar de que en todo el mundo este es un oficio muy practicado, y los espiritistas son personas respetadas en varias comunidades, es bastante común ver que cada cual tiene sus propios medios para alcanzar los objetivos que proponen sus rituales.
El de Yazmina últimamente, ha consistido en pintarse la cara con su propia sangre menstrual durante las ceremonias.
Pero tranquilos, que a pesar de lo llamativo que resulta esto, al parecer no tiene nada que ver con las sesiones de espiritismo de la ex estilista, sino que en realidad lo haría para demostrar que el flujo menstrual no es nada por lo que las mujeres deban avergonzarse.
Sin embargo, solo ha generado el efecto contrario: el total shock por parte de las redes sociales, donde ha decidido subir fotografías suyas en medio del incómodo acto.
Se la ha acusado de estar enferma, o de tener una condición mental deplorable. Pero, ante esto, ella solo ha respondido que nunca se había sentido mejor que después de este potente acto de desafío.
La curandera manifestó:
“Es un ritual sagrado para re-conectarme con mi cuerpo. Como mujer, estamos profundamente desconectadas por culpa de la vergüenza social.
Decidí ponerme la sangre en toda la cara, y probarla para declarar que es parte de mí. Realmente podría encarnar todo lo que era.
A través del ritual de pintarme la cara, profundicé el lazo que tengo con mi cuerpo. Siento un amor sobrecogedor por mi cuerpo que no había experimentado antes.”
Yazmina también cree que, aún en estos tiempos modernos, la menstruación es motivo de asco y vergüenza, y aún sigue siendo considerado como un secreto. “Cosa de mujeres”. Sin embargo, para ella este desafío a la sociedad ha sido algo muy liberador. Quiere que ella sepa que las mujeres no están obligadas a manejar su menstruación en total privacidad y discreción.
Además, cree que hay poderes liberadores en ese ciclo natural, y que incluso puede ser un momento del mes en el que osas mágicas ocurren. Admite haber tenido también algunas críticas, pero más que nada, eran trolls de las redes sociales llamándola enferma, o que necesitaba entrar a un sanatorio.
Sin embargo, asegura también tener un número importante de personas apoyándola, y diciendo que su labor es algo realmente increíble:
“Hay mucho tabú alrededor de este ciclo natural. Me parece que al mostrarlo públicamente, demuestras que estás bien conectada con él. El verdadero poder reside en honrar todo lo que está conectado a una misma, así que cuando te pones a pensarlo, en realidad no es tan tabú.
Realmente estoy invitando a las mujeres a explorar mediante sus propios medios el poder de la sangre. Mantiene una poderosa energía e historia; magia y hechicería. Y esto es sobre reclamar ese poder. Es sobre conectarte con todo tu ser y explorarte a ti misma.
La sangre honra la exploración. Es una energía creativa, pero también habla de la vida anterior. Si no sangráramos, no habría vida.”
Según Yazmina, su despertar espiritual llegó después de empezar a sufrir ataques de nervios mientras llevaba su propia peluquería en Melbourne.
Después de mudarse a Queensland, entró en el mundo de la sanción, y comenzó a dictar talleres para ayudar a otras mujeres a reapropiarse de su divinidad femenina.