Es una tortura.
Ser una celebridad cuesta más trabajo de lo que realmente pensamos. No siempre tienen espacio para salir a caminar por la calle y a veces, incluso, tienen que esconderse para poder tener privacidad en muchos aspectos de su vida. Claro que esto no es algo a lo que nosotros estemos acostumbrados pero de verdad que es impresionante.
Justin Bieber es constantemente criticado por la manera en la que ha tratado a sus fanáticos en el pasado. Pero empiezo a pensar que quizás, el pobre tiene un poco de razón en algunos casos. Está de gira por Australia con Purpose Tour, y actualmente en la ciudad de Sydney.
Decidió ir a comer un poco antes de tener que presentarse de nuevo, así que eligió un famoso local de pollo. Ahora, ¿te imaginas almorzar tranquilo pero con más de 20 chicas mirándote en silencio? A mí me suena a película de terror. Fue eso lo que le pasó al cantante, tanto así que tuvo que llamar a la policía para que no se le tiraran encima.
Lo peor de todo es que ninguna de ellas hace nada, SOLO LO MIRAN!. Como si fuese un animal de circo o algo por el estilo. No me imagino una situación más incómoda.
Se viene el ataque al corazón…
Cuando dejó el lugar, otra horda de fanáticos lo persiguieron por la calle. Él comenzó a correr pero, CLARAMENTE, ellos también y no les pudo perder el rastro, diciendo “Me rindo, ustedes son rápidos”, según relata Daily Mail.