La representante de México en los Juegos Olímpicos de Tokio tuvo que ocupar lo ganado en una competencia previa para financiar sus entrenamientos. Su equipo criticó la falta de apoyo de parte del gobierno de su país.
Siempre que hay un evento masivo como lo son los Juegos Olímpicos, es inevitable que la mera extensión de este aspecto signifique la oportunidad para que problemas que podrían haber pasado desapercibidos, salgan a la superficie. Si a esto le sumamos el ambiente complejo en el que se realizaron estos Juegos Olímpicos, era de esperarse que varias situaciones complejas salieran a la luz.
Aunque debemos decir, que en el caso de la controversia que rodea a la gimnasta mexicana Alexa Moreno, esto tiene que ver con los típicos problemas de siempre, más que con los más novedosos de este siglo.
Fue Frida Martinez, parte del equipo que representa públicamente a la atleta, reveló hace poco un importante detalle sobre las condiciones en las que su clienta se preparó para el evento más importante de todos:
Esto nos habla de una realidad a la que los latinoamericanos ya estamos bastante acostumbrados: el tener que escuchar que personajes que son celebrados por sus hazañas, levantados incluso como héroes nacionales, tienen que llegar a esos logros por sus propios medios. Si se tienen en cuenta el alto nivel en el que opera Alexa, resulta preocupante esta noticia de que tuviera que hacerse cargo ella misma, pagando desde su bolsillo, de procurarse las condiciones de entrenamiento necesarias para llegar a la cita olímpica.
Así mismo, Frida también contó un poco más sobre las otras complicaciones que Alexa tuvo que superar para llegar en buen nivel a los juegos. Al parecer, la atleta sufría de una lesión en su tobillo, para la que tuvo que someterse a una operación. Luego de esta tendría que haberse tomado un tiempo de calma y descanso extendido, pero en lugar de eso, la atleta trabajó con sus preparadores físicos para adelantar su recuperación.
Todo esto para llegar en el mejor nivel posible a las competencias.
Alexa es una fuente de orgullo para su país, por lo que todos esperan que su éxito y renombre sirvan para impulsar un mejor manejo de los recursos dedicados a los deportes de alto nivel. Aun más triste sería si Alexa no consiguiera ganar todo lo que se propone, y aun así hubiera tenido que invertir tanto del dinero ganado con anterioridad.
Esperemos que no solo ella salga exitosa, sino que también quienes la apoyan decidan hacer el esfuerzo de acompañarlo de mejor manera.