Dijo cómo inicia sus conversaciones, qué tan quisquilloso es, hasta con cuántos se ha reunido.
Su nombre es Josh, tiene 29 años, es vegano y vive en los valles del sur de Gales. Allá nació, creció, desarrolló una gran pasión por la salud mental (un campo en el que espera poder llegar a especializarse en un futuro cercano), y ha hecho su vida casi por completo. El hombre, vegetariano y fanático de David Bowie, es homosexual y descargó la famosa aplicación de citas Tinder en 2013. Desde entonces, la usa periódicamente, y ha llegado a conseguir más de 7,000 matches.
Según Josh, quien fue entrevistado por Vice hace un par de días, asegura que no había ninguna pretensión en particular al descargar Tinder. Solo conocer a otros hombres gays para entablar una amistar o hablar de gustos afines. Ésta era la primera vez que usaba una aplicación de citas, pero que le gustaba probarlo. Además, asegura que le daba mucha confianza sentir que solo se comunicaría con personas que estuvieran interesadas en él.
En su entrevista con el famoso medio, Josh comienza hablando sobre las ventajas de Tinder: asegura que es un buen punto de partida, el chat es bueno, ayuda a la conversación, y como se pueden enviar fotos, uno no recibe imágenes obscenas. Además, al estar conectada con otras redes, es fácil hacerse la imagen de alguien antes de que conversen. Pero en sus palabras, hay otra gran ventaja:
“También hace que sea un poco más difícil que la otra persona se haga pasar por quien no es”.
Josh también asegura sentirse una persona selectiva (¿alguien con 7,000 matches lo es?), y jura leer todos los perfiles antes de dar un like. También asegura que para él no hay ningún secreto en hacerse de rogar:
“Si me gusta el físico del chico o si creo que tenemos mucho en común, no me importa ser el primero en enviar un mensaje”.
Josh dice que le es más fácil entablar conversaciones a partir de gustos musicales, o cuando proponen de inmediato ir a tomar algo en lugar de estar chateando durante horas.
Finalmente, hacia el final de la entrevista, llegan a lo que a todos les llama la atención: la impresionante cantidad de números de matches de Josh. Según él, solo son cerca de 7,000 porque se han ido acumulando. Y se preocupa en recalcar el hecho de que es bastante probable hacer match con personas que no estén muy lejos geográficamente, pero con las que sea muy difícil reunirse por la conectividad.
Además, asegura haber salido apenas con unos 20 hombres de esos 7,000, y haber tenido una relación seria con uno de ellos.
Sin embargo, y aquí viene una parte terriblemente decepcionante, para Josh no hay realmente una “fórmula” para obtener likes en la plataforma. Según él, solo se debe ser amable y atractivo, y eso será más que suficiente:
“Esto de las citas es bastante sencillo, en realidad. No hay necesidad de complicar las cosas”.
Finalmente, también es probable que se halle cierto éxito en ese desinterés de Josh por las redes: para él, Tinder es apenas una distracción, y dos tercios de sus relaciones han sido con hombres a los que conoció de manera tradicional: a través de amistades, o en la universidad. Es por eso que Tinder finalmente no logró otorgarle lo que buscaba.